domingo, 29 de diciembre de 2013

Hágase la luz… y la luz se hizo

   Este titular no sé si ha estado en prensa estos días pero era totalmente factible. No he podido escribir antes porque como soy un reflexivo empedernido, escribir cada entrada me lleva media tarde (ésta seguro que más) y este mes he tenido varias entregas de trabajos y exámenes, luego han llegado las fiestas y el volver a ver a familia y amigos se han llevado el resto del tiempo.
                
   Bien, como es lógico voy a hablar del tema de la subasta eléctrica, el precio de la luz y demás, pero antes hay que hacer un poco de pedagogía y explicar de qué estamos hablando porque el mercado de la energía no se ajusta para nada a un mercado tipo, y de ahí nace la justificación para que el estado tenga a este mercado regulado de manera diferente. Es más, esto es la causa por la que en muchos países e incluso en este país hasta no hace tantos años, es un monopolio del estado.

   Buena parte de lo que hace que este mercado sea diferente viene dado por las características del producto que comercializa, la electricidad. Aunque la técnica nos permite elaborar electricidad de múltiples maneras y en cantidades enormes, aún no sabemos casi nada de cómo almacenarla (como ejemplo tenéis la batería de vuestros smartphones y tablets). Al no poder almacenarla, el mercado de energía no es un mercado en el que se comercie con excedentes, sino que lo que se compra y se vende es la electricidad que se está generando y si se genera de más esta no puede ser guardada y comercializada en momentos donde se genere menos. Si fabrico coches y un mes hago 20.000 y vendo 15.000, las 5.000 primeras ventas que haga el mes siguiente serán los 5.000 que ya tenía fabricados y empezaré con la producción nueva al 5.001, pero como hemos visto con la energía no es así.
                
   Antes de seguir, un poco de historia. En 1996 el primer gobierno de Aznar lleva a cabo la privatización del sector. Pero además, debemos recordar el contexto: España incumplía el Tratado de Maastricht para formar parte del euro, en el nivel de inflación y de déficit público. En esa privatización es donde se establece que la fijación de precios mediante una subasta, pero además se toma otra medida. Debido a la inflación y obviamente a contentar al electorado y ganar votos, el gobierno congela el recibo de la luz, prometiéndole a las eléctricas que la diferencia entre el coste de producir energía y lo que las eléctricas cobren al consumidor, será una deuda que contraerá el estado y que pagará en diferido a las eléctricas, nace así el conocido déficit de tarifa. Con esto el gobierno controló el déficit para entrar en el euro, contentó a los votantes pero generó un problema en forma de deuda contraída y enviada al futuro, pero el futuro ya está aquí. Además, como en todo mercado, la fijación de precios por parte del estado sin tener en cuenta los costes de producción, produjo una enorme distorsión en el consumo, así como no es cierta la tan manida frase de que en España se vivió por encima de sus posibilidades, sí que consumió electricidad por encima de sus posibilidades. Al no subir el precio e ir aumentando el nivel de vida, la electricidad se convirtió en un bien comparativamente más barato que los demás, propiciando un consumo superior de lo que sería necesario. De ahí vienen errores como tarifas nocturnas en las que se ponía la calefacción aunque se abriese la ventana, teles y electrodomésticos que nadie se preocupaba de si consumían más o menos luz, plasmas, lavadoras para solo una camiseta o dos, etc. En esta línea también quiero decir que no me parece correcta la medida de una tarifa plana para la luz, una medida de la que hablan ahora como solución a la pobreza energética, sí que creo que se debe ayudar a quien no puede pagar este bien básico, pero la existencia de la tarifa plana causaría las mismas distorsiones en el consumo y provocaría un gasto energético mayor. Seguramente la ayuda más eficiente sea una transferencia directa para pagar la luz aquellos hogares con mayores dificultades.
                
   Esa electricidad barata, también sirvió para que se establecieran en nuestro país industrias muy intensivas en electricidad, que eran muy competitivas por tener ese coste de producción controlado. Todo ello generó un consumo alto de electricidad, por encima del eficiente.
                
   Este es el contexto, un producto que no sabemos almacenar si generamos excedente y con un precio que no está fijado por las leyes de mercado, está distorsionado, por tanto generando y aumentando el déficit de tarifa, que al final pagamos todos mediante carga a los presupuestos generales del estado. Este déficit creció tanto por el lado del consumo, como por el aumento del precio de la materia prima con la que se genera electricidad como es el petróleo.
                
   Pues bien una vez entendido esto ya estamos más cerca de llegar a entender que ha pasado con esta última subasta de la luz. Pero antes hay que hacer otra parada en cómo se genera en España la electricidad. Es un proceso que ha sufrido cambios desde el 96 hasta hoy, pero tras una reforma del gobierno Zapatero vendría a ser así:
                
   La electricidad se genera a través de las renovables (eólica, fotovoltaica e hidráulica), luego tenemos las nucleares, las centrales térmicas de carbón y las de ciclo combinado, que usan gas natural. Como ya hemos dicho, la electricidad no se almacena y como sois lectores inteligentes, sabéis que no siempre van a generar la misma cantidad de electricidad ya que algunas dependen de factores variables como el viento, el sol, el agua… Para ser más gráfico, yo y 5 personas tenemos que llenar una garrafa de 10 litros de agua, y para ello vamos a la fuente, alguno con una botella de 2l, otro de 1l, o de medio. Al final vamos aportando nuestra agua recogida hasta llegar a los 10l. Para la próxima vez nos intercambiamos las botellas y repetimos la operación, de tal forma que siempre llenamos los 10l pero lo que aporta cada uno es diferente cada vez. Pues algo así pasa con la electricidad, siempre se produce toda la que consume, pero la forma de producirla no siempre es igual ni en la misma proporción.

   Desde esta ley, se primó que en primer lugar se consumiría la energía que proviene de las renovables, además como estas tienen un coste de producción mayor, se subvencionó la generación de energía de estas fuentes (por motivos ambientales) y esto también aumentó el déficit tarifario; dentro de ellas cabe destacar, que una vez amortizado el coste de construcción, el coste de producir electricidad baja, es especialmente significativo en la hidroeléctrica, ya que con presas construidas por el franquismo, y con una materia prima gratuita como es el agua de los ríos, son las más rentables (su pero es que puede haber sequías y su producción baja). La eólica depende de la cantidad de viento que haya y es imprevisible, así que genera incertidumbre en el mercado, y la fotovoltaica se está descubriendo como una respuesta errónea, siendo difícil rentabilizar la inversión hecha. Con estas tenemos el primer aporte de electricidad, que como vemos es altamente variable debido a las condiciones atmosféricas.
   
   En segundo lugar entra la energía nuclear. Antes de nada cabe señalar la existencia del debate nucleares sí o no que hay en la sociedad, un debate un poco viciado y condicionado, puesto que aunque en España desaparezcan todas las centrales nucleares, el riesgo de un desastre no desaparece al momento, quedan los restos y residuos, y lo que es más importante, varias centrales al otro lado de los Pirineos (en Francia) que de sufrir algún problema, lo sufriríamos aquí también. En cuanto a la energía nuclear cabe decir que como la hidráulica, una vez amortizado el coste de la central, su producción es barata y lo que la hace capital, es que es una producción fija, podemos estimar siempre el nivel de producción que va a aportar al sistema y es la que sirve para compensar la incertidumbre de la primera componente.

   Luego en tercer lugar van las centrales térmicas que producen carbón. Esto de por sí daría lugar a otro post, pero intentaré resumir porque es importante para entender la magnitud del problema de la electricidad en su conjunto. Todos sabemos que al quemar carbón para producir electricidad se producen grandes emisiones de CO2 a la atmósfera, por lo tanto estas centrales no son recomendables. Por otro lado, España es productora de carbón (principalmente en Asturias y León) y parece un dato positivo, para reducir la dependencia energética del exterior, sin embargo es un desastre y la raíz de otro problema. EL carbón español es de muy mala calidad, produciendo poca electricidad y mucha contaminación, respecto de otros carbones importados del exterior. Ante esto, las centrales térmicas empezaron a comprar fuera carbón de mayor calidad calorífica y menos emisiones, lo que provocó el cierre de minas y paro entre los mineros. Ante esto los mineros se movilizaron (todos lo recordareis de las noticias) y consiguieron con la presión una de las medidas más erróneas que se pueden tomar, el gobierno obliga a consumir primero carbón español a las centrales térmicas. En principio nadie diría que es una medida mala, vemos las noticias, los mineros y sus problemas (que no los niego) y nos alegramos de que les den trabajo. Esto no me va a granjear muchas amistades asturianas (lugar que me encanta, por cierto), pero es una mala decisión y el economista y la lógica se tienen que imponer a los sentimientos. Por mantener el trabajo de unas  1000-2000 personas, que eso sí, han hecho una presión muy fuerte y reconocida, están todos los consumidores pagando un precio más alto por el producto y es más, como las emisiones de CO2 son mayores, incluso empeora la salud de todos. Lo siento, pero el carbón en España no es viable, hay que abandonar su producción y con ello no quiero decir que abandonen a los mineros y las zonas de minería a su suerte, pero el empleo en esas zonas tiene que venir de otros ámbitos, si no lo que se traduce es en que el resto del estado está subvencionando a todo un sector, perdiendo dinero para que alguno mantenga su sueldo. Resulta más barato y eficiente comprar el carbón de mayor calidad.

   En cuarto lugar y ya por último están las centrales de ciclo combinado. Estas centrales utilizan gas natural para generar energía. Son eficientes y menos contaminantes que las que utilizan petróleo. Fueron la clara apuesta en los últimos años, tanto por gobiernos del PSOE como del PP. Pero al ser las últimas que aportan al sistema, muchas veces se ven obligadas a trabajar por debajo de su capacidad, no siendo necesaria mucha de la capacidad energética que podrían fabricar. Así que solemos tener parte de estas centrales infrautilizadas, lo que se traduce en mayores costes. Además trabajan con materia prima importada, el gas, y depende de las variaciones de precios internacionales. Añadido que con la crisis, el consumo eléctrico ha bajado y España tiene sobrecapacidad de generación en algunos momentos, y estas centrales están paradas.
   
   Este es el contexto general del mercado eléctrico en España. Ahora vamos a lo que ha pasado este último trimestre (las subastas se realizan cada 3 meses y se establece el precio para los 3 meses siguientes). A la subasta se presentan las empresas que generan electricidad de las maneras explicadas y con sus diferentes precios de generación, de ahí sale el precio que pagamos por toda la electricidad, por tanto es obvio que el precio va a depender de que fuente energética esté aportando más o menos. En esta última subasta, confluyeron dos factores:
·         El meteorológico. Estaba siendo un invierno seco y sin viento, por tanto el aporte de las renovables era bajo, lo que provocó un uso mayor del esperado de las centrales de ciclo combinado que ante este aumento inesperado de su uso han tenido que comprar más gas natural, en un contexto en el que todo el mundo tenía que comprar gas (es invierno, calefacciones de gas natural, etc) y el precio sube.
·         El político. Estamos a punto de cerrar el año fiscal y el gobierno tiene el problema de que va a superar su previsión de déficit, por tanto en noviembre anunció que no se iba a hacer cargo de los 3.000 millones que le tocaba pagar a las eléctricas en concepto de déficit de tarifa que asciende ya a más de 30.000. Desde entonces, las eléctricas, empezaron a usar lo que estaba en su mano para inflar el precio de la subasta y así cobrar esos 3.000 millones a través de la factura al consumidor (ojo, el consumidor y el contribuyente es la misma persona, al final pagaremos los mismos lo mismo) y de ahí vino la suspensión de la subasta de diciembre.

   Con todo esto ya va siendo hora de sacar conclusiones. Seguramente la subasta está bien anulada puesto que no se han producido las condiciones para que fuera legal. Pero el problema no está para nada solucionado con la subida del 2,3% del gobierno. Es más, seguramente provoque un aumento del déficit de tarifa que provocará o un aumento del precio en la subasta de abril o que el estado tendrá que hacer frente mediante la deuda pública y entonces lo pagaremos vía impuestos (como apuntaba ayer José Carlos Díez en La Sexta Noche), pero lo siento amigos, pero se pagará. Resumiendo, los problemas son:

  •     El precio distorsionado durante décadas produjo un consumo mayor del eficiente y el aumento del déficit tarifario.
  • -          La apuesta (yo creo que correcta) por las renovables genera inestabilidad en el sistema y que España tenga que comprar energía a precio caro, en momentos de escasez de factores meteorológicos.
  • -          La moratoria nuclear reduce el peso de la energía nuclear, una de las más baratas y constantes.
  • -          La poca transparencia del gobierno con las empresas eléctricas. Un extraño oscurantismo rodea a estas empresas, empresas que contratan a políticos, seguramente, como pago de otros favores; unido que al coincidir las empresas generadoras de electricidad con las comercializadoras, éstas no tienen ningún interés en difundir el coste de generación de la energía en cada caso, dando solo un dato general.
  • -          Motivos políticos y de presión que hacen que por apaciguar a unos mineros, muy representativos eso sí,  que consiguen muchos apoyos entre la gente, seguramente porque nadie les ha explicado lo que pagan más en su factura por mantener  el consumo de un carbón ineficiente. Por tanto el gobierno toma la errónea decisión de subvencionar este sector.

   La verdad que viendo que muchos de los problemas del mercado eléctrico vienen generados por la intervención (mala) del estado, uno se siente tentado a dar la razón a los neo-con y decir que casi mejor que el estado no intervenga que solo perjudica las cosas. Pero aún no nos rindamos, el verdadero problema es una mala regulación que viene determinada por servir a unos grupos muy determinados e intereses muy determinados (hoy de las empresas eléctricas y antes del gobierno por perpetuarse en el poder o entrar en el euro) que ha llevado a decisiones erróneas y generar problemas que hoy tienen difícil solución. La futura regulación debería pasar por introducir medidas que favorezcan la transparencia en el sector (auditoria externa), que haya una competencia real entre empresas que implique una bajada del coste de generación de energía, que se elimine la norma del carbón español (obviamente acompañada de otras medidas para impulsar el empleo en esas zonas), el reconocimiento del déficit de tarifa y su pago pero en un futuro, pero siempre siempre hay que tener presente que el precio reflejado de la energía tiene que ser el que cueste realmente producirla, para no volver a caer en el problema de volver a despilfarrar electricidad por tener un reflejo que no era real para el consumidor, el precio. Esto todo no es algo que se haga en dos días, por eso aventuro que para la próxima subasta estaremos hablando de más de lo mismo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Salvados: #GangaEspaña

                Como siempre la visión del programa Salvados me ha inspirado para escribir. Quizás me gustaría tener tiempo para un análisis más pormenorizado, pero de momento hay unas cuantas cosas que no quiero dejar pasar.
                En primer lugar coincido con uno de los primeros expertos que salen en el programa, que vino a confirmar lo que he repetido por las redes como Twitter hasta la saciedad. Todo empezó a raíz de un vídeo triunfalista en el que el presidente del Banco Santander, don Emilio Botín, venía a contarnos que España estaba siendo regada con dinero de inversión extranjera, que sobrara inversión. Rápidamente a este barco se montó el gobierno afirmando que estamos saliendo de la crisis. Obviamente que estamos saliendo, de la misma manera que cuando se coge el transiberiano, desde que sales de Moscú, pues ya estás llegando a Vladivostok. Además, lo que yo me cansaba de decir y el gobierno no dice, es que esa inversión tiene un carácter especulativo, temporal y de sobras es conocido por la profesión que este tipo de inversión deja muy poco resultado en la economía del país. Lo que hay que conseguir son inversiones con voluntad productiva, esas son las que quieren quedarse y ayudan a prosperar al país. Por tanto, sin triunfalismos, esto no va bien.
                Por otro lado, otro experto analizó el estado de Panrico. Bien, la conclusión que como economista tengo que sacar, es que un fondo extranjero compró una empresa familiar (esto de por si ni es bueno ni malo). Una de las medidas que la nueva dirección impone es la de limitar el reparto diario que se hacía de algunos productos. Esta decisión fue claramente errónea, puesto que dejaron de tener un producto competitivo, otras empresas coparon el mercado con un producto mejor y expulsaron a Panrico del mercado, reduciendo su cuota. Esto teóricamente no sería ni bueno ni malo tampoco, porque Panrico perdería trabajadores que las otras empresas están contratando al copar más mercado, pero en el caso del empleo no se comporta de una forma tan elástica (las plantas no tienen que estar en la misma zona, la gente no se traslada o tarda en hacerlo, etc) y tarda en cumplirse el refrán “las gallinas que entran por las que salen”. Dejando de un lado esto, lo importante para mí reside en el eterno debate de que gestión empresarial es mejor: familiar, privada, pública. Cierto espectro político nos está defendiendo a ultranza que la gestión privada es SIEMPRE mejor y eso no es cierto y hasta el presidente de la CEOE Juan Rosell lo dejó claro en una entrevista reciente. Ejemplos como estos son paradigmáticos y no existen pocos, la titularidad de la gestión de la empresa no es determinante para que la empresa sea eficiente o no, hay buena gestión privada, buena gestión pública y buena gestión familiar. Pero esto que es más que asumido, la maquinaria Neo-Con no nos la cuenta.

Ya para terminar, la entrevista más interesante del programa fue con el experto en fondos de inversión Ismael Clemente. Más allá de que muchos de sus comentarios son polémicos, tengo que decir que no debemos quedarnos con eso. En su forma clara de hablar, puedes estar de acuerdo o no en sus premisas, pero daba pie a muchos temas debatibles e incluso puntos de encuentro que se puedan tener (podríamos hablar de la reforma del IRPF que está en los cierto que tiene que recaudar más, y no por casualidad dijo IRPF y no IVA como se empeña el gobierno). Una situación similar me ocurrió con la entrevista a Joan Rosell, donde de sus palabras hasta se podría extraer la conclusión de que muchos políticos son “más papistas que el papa” que en este caso serían los empresarios. Esto me lleva a la conclusión de que en política se está perdiendo mucho el tiempo en posturas enconadas como “lo privado siempre es mejor” de Aguirre por citar a algunas. Lo verdaderamente productivo sería debatir con estas personas y llegar a entendimientos. Estoy seguro que se encontrarían puntos de encuentro y cosas a mejorar, mientras que la política de posturas encontradas y que nadie se mueve de su trinchera no nos va a llevar a nada. Me sería mucho más fácil concretar con Ismael Clemente o mismo con Joan Rosell la necesidad de que ciertos servicios tienen que seguir siendo públicos, que hacer cambiar de opinión a cualquier político enrocado en su ideario y que no se enteraría de ninguna de las razones que yo le doy, pero en vez de dudar de su ideario y hacer caso a la razón, seguirá repitiendo el papel que reparten en el partido.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Un comportamiento económico curioso: Potlatch

   En medio de mis nuevos exámenes me he topado con una cosa que estudiar, que en principio atenta contra toda lógica económica adquirida durante años en la facultad de economía. En realidad va a ser un experimento curiosos, porque ahora os explico lo que pienso acerca de ese caso, usando, por así decirlo, mi manual de economía, la forma de pensar adquirida en 5 años de carrera; pero, como el tema me ha llamado la atención, estoy empezando a leer un libro de Marshall Sahlins: Economía de la Edad de Piedra, y hojeando algún otro más, puede ser que mi percepción después de profundizar el tema, cambie y en ese caso lo contaría aquí también.

   Entremos en materia. Lo que me ha llamado poderosamente la atención es el concepto del Potlatch, que consiste en una ceremonia que celebraban los pueblos indios localizados en el noreste de Norteamérica. En esta ceremonia se produce una especie de despilfarro competitivo en el que el individuo intenta ganar prestigio con el donar o destruír un montón de bienes o recursos, más que el rival, llegando a concluir los antropólogos, que incluso puede llegar a destruir su casa, como muestra de ese poder, para volverla a reconstruir.

   Como ya se ha dicho en este blog, sigo la premisa de mi profesor que nos repetía hasta la saciedad: “la economía es la ciencia que explica por qué bajamos a la cafetería y tomamos un café” y para ello utilizamos conceptos como la maximización de la utilidad, dentro de nuestra restricción presupuestaria y de recursos existentes. Pues bien, estas herramientas no nos sirven para comprender el comportamiento en los Potlatch, puesto que parece que en su caso los recursos no son escasos, como presumimos siempre, o que su forma de maximizar utilidad seria destruyendo cosas, lo que no somos capaces de entender: los bienes no serían “bienes” si no “males”.

   En estas me encontraba yo un poco inquieto por no encontrarle cierto sentido a esto, hasta que caí en un concepto también mostrado por el mismo profesor, que sí me sirve para al menos, darle cierto sentido. Estoy hablando de la regla de decisión racional, los economistas, y más concretamente los actuales, estamos seguros (aunque con este caso ya lo dudaba) de que los individuos somos racionales y que tomamos decisiones con siguiendo la siguiente regla: realizo la actividad X si los beneficios que me reporta son mayores que los costes de realizarla. Bien tenemos esta regla y la aplicamos: me compro esos pantalones porque el beneficio (utilidad de llevarlos, evitar el frío, marcar que uso una determinada marca o estilo) son mayores que los costes (el precio, pero hay que ser consciente también del concepto coste de oportunidad, al comprarme este pantalón estoy dejando de comprar otro u otras cosas por ese valor). Esta regla, aunque a primera vista lo parece, no solo es aplicable para cuando hablamos en términos monetarios coste-beneficio. En el caso de dar limosna, o donar un dinero a una ONG cumple también la regla, solo que en ese caso los beneficios se considerarían algo inmaterial, una satisfacción personal o una transmisión de beneficio, estoy donando para que otro disfrute de ese dinero.

   Bien, Iván, ¿pero qué cojones nos estás contando? Pues es por aquí por dónde yo encuentro explicación al comportamiento en el caso del Potlatch, es decir, el beneficio que le proporcionaba ese despilfarro, gastar por gastar, incluso destrucción de cosas, pues era mayor al coste de conseguir las cosas (incluyendo el coste de oportunidad, es decir, los beneficios que deja de obtener por destruir las cosas en vez de usarlas). Esto nos deja claro que el prestigio es mucho más valorado que los bienes materiales, algo que parece muy difícil de entender en sociedades actuales, donde parece ir unido lo uno con lo otro.

   Una vez encontrado un rastro de racionalidad en el concepto, me dio por pensar si podemos observar algún comportamiento actual que se le parezca. En principio me parecía que no pero… ¿No os recuerdan a algunas excentricidades de gente famosa o con dinero? Simplemente por mostrar que son capaces de hacerlo, que tienen dinero que le sale por las orejas, hacen cosas que carecen totalmente de sentido, al estilo de encenderse puros con billetes de 100 dólares. Pero… ¿solo en el caso de esta gente poderosa? Acaso cuando pagamos a lo mejor 100 euros de diferencia porque el Mac sea negro en vez de blanco, aunque idénticos, ¿no estamos haciendo lo mismo? ¿O hay dos sudaderas iguales pero pagamos mucho más dinero si lleva el nombre de esas marcas que todos conocemos? Y así se pueden poner ejemplo con los coches, móviles y muchos más.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La desbrozadora del vecino, una externalidad negativa

Aunque anuncio que la entrada de hoy iba a llamarse “El diablo se viste de Zara” pues esa queda para la próxima, que irá referida a mi nueva faceta de estudiante de historiador-economista. Sin embargo, esta entrada la tenía pensada y el operario que se ha puesto a desbrozar el césped de la comisaría de aquí al lado ha desencadenado esto. Esto será un tema más económico, o no.

¿Qué es una externalidad? Es un concepto económico muy interesante que consiste en que muchas veces realizamos acciones que parecen individuales, que son elección de un solo individuo, pero esa acción tiene efecto en otras personas, en el conjunto de la sociedad, etc. Por ejemplo podemos hablar del fumar, un grupo de personas está en una habitación, una de ellas decide fumar, pero el efecto de fumar es para todos, puesto que la calidad del aire de todos empeora. Este sería un ejemplo de externalidad, negativa en concreto. Porque también existen externalidades positivas, cuando el efecto de la decisión individual incide de manera positiva en los demás. Siempre se ha considerado como ejemplo de esto la educación, el que una persona esté formada incide positivamente en la sociedad, puede ser tu médico del futuro, el que diseñe una nueva carretera o un votante más sensato o un consumidor de productos de mayor valor añadido. Es más, la mayoría de escuelas económicas defendían la intervención del estado para fomentar las externalidades positivas y eliminar las negativas. Es por ello que está justificada una educación y sanidad pública de calidad, puesto que los efectos para la sociedad son mayores que los individuales y por ello debe incentivarse. Un claro ejemplo de externalidad positiva es el sistema de vacunas, con la decisión individual de vacunarse, un individuo no solo se protege contra una enfermedad, si no que reduce el riesgo de contagio para todos los demás, por eso a todos nos interesa que se incentive la vacunación.

¿Y esto que tiene que ver con el vecino y su desbrozadora? Pues bien, el ruido que provoca el vecino al desbrozar su finca es una externalidad negativa, puesto que está molestando a todos los vecinos del edificio colindante (lo mismo cuando se pone a asar sardinas en su finca en pleno julio, o la vecina de arriba con la aspiradora) y normalmente son los domingos por la mañana, cuando algunos duermen después de un agotador fin de semana. Pues bien, para casos como estos la economía tiene una solución que haga que la situación resultante sea más eficiente y satisfactoria para todos. Se trata del Teorema de Coase, que recibe el nombre de su autor, el premio nobel de economía Ronald Coase. Este teorema dice que bajo unos supuestos, con la existencia de un mercado habría una negociación entre el poseedor del derecho y el que no y el resultado resultante sería más eficiente. Con otro ejemplo es más fácil. Pensemos en la situación de la actual ley antitabaco, no se puede fumar en los bares, en el caso del teorema de Coase sería que los titulares de los derechos serían los no fumadores. Puede ser que en un bar estemos 4 personas, tres de ellas tienen tantas ganas de fumar y fuera llueve, que estarían dispuestas a darle 1€ cada uno al no fumador porque les permitan fumar. El no fumador obtendría 3€. Si valora el aire limpio en menos de 3€ pues la negociación se producirá y él recibe el dinero mientras que los fumadores fuman e incrementan su bienestar; si lo valora en más de 3€ la situación queda igual. Con este sencillo sistema aplicado a muchos de estos casos se mejoraría la eficiencia y satisfacción de todos. Lo que ocurre es que el supuesto que pide el teorema no se cumple, que es el de que existan bajos costes de transacción, es decir, que el que exista la negociación y los costes derivados sean “baratos”.

Volvamos al tema de la desbrozadora. Yo y vosotros, aves nocturnas, tal vez le tiraríais un euro al vecino para que guarde la desbrozadora a las 10 de la mañana de un domingo y si es en una finca colindante con un edificio, el vecino se saca unos 10 euros y ya desbrozará por la tarde, pero la existencia de un mercado donde se diera ese intercambio y una legalidad jurídica que lo amparase haría los costes de transacción fueran más altos que la mejora que se da. Pero he aquí, que mí pasión por las series y la lectura ha encendido la bombilla de mi cabeza. En el segundo capítulo de la serie Black Mirror, todos los individuos están conectados y controlados por un sistema, al modo del Gran Hermano de 1984 de George Orwell, en el que pagan con “créditos” las cosas más variopintas, como por ejemplo, saltarse la publicidad de su programa de TV. Pues bien, si existiera este ente, los costes de transacción, que impiden que el teorema de Coase se cumpla en muchos momentos, tenderían a cero, ya que todos estaríamos conectados en red, y podríamos negociar, sumar lo que todos los vecinos del edificio aportaríamos para que el de abajo no arranque la desbrozadora y saber cuánto está dispuesto a recibir él por no arrancarla (suponiendo que el derecho a pasarla lo tiene atribuido, en el otro caso sería cuanto aceptaríamos por dejarle pasar la máquina). Esto que parece una quimera, es algo que creo que Google nos dará en no mucho tiempo, y veríamos como una innovación que en principio no tiene nada que ver con lo económico, haría de ello un sistema económico más eficiente, aumentando el bienestar de todos, porque todas las decisiones individuales que tienen un efecto positivo para otros se tomarían valorando esa satisfacción extra que se producen, y las negativas estarían condicionadas por los efectos negativos que producen, como en el caso de la contaminación, una empresa contaminante tendría que negociar con todos aquellos ciudadanos a los que contamina, con lo cual a lo mejor le saldría más barato utilizar un sistema que no contaminase. En definitiva, habría mejoras de eficiencia y bienestar generales. Y sobre todo, podría dormir los domingos por la mañana sin ruidos infernales.

jueves, 24 de octubre de 2013

La historia, la economía y cosas varias. Un nuevo blog


Llevo un tiempo queriendo retomar este sitio para soltar mis pensamientos, pero esperaba a tener la oportunidad de darle un vuelvo y explicar también estos cambios. Ahora además de economista, me he metido a ser historiador y buscaba un tema para aunar estos dos conceptos y adelantaros que a partir de ahora el blog será un poco más multidisciplinar, aún primará la economía puesto que soy aún historiador de nuevo cuño pero veréis que todo tiene relación. Además aprovecharé este miniaperturismo, para hacer ya una apertura total y cosas que me gustan como el cine, las series, mi bicicleta y demás irán teniendo cabida en este espacio.


Pues bien, el tema de la entrada surgió en clase, con un fragmento de la película Los dioses deben de estar locos. En la parte inicial, primeros 9 minutos, podemos ver lo que llamaremos el incidente de la botella. El objetivo de este vídeo en clase es mostrar como vemos tradicionalmente a estas sociedades tribales, como algo atrasado, que no ha evolucionado, que no está civilizado, pero sin embargo si nos quitamos nuestro traje etnocéntrico y pensamos que para ellos el estrés les es algo desconocido, que para conseguir su alimento y medio de vida dedican sólo unas horas del día y demás, a lo mejor pensamos que lo civilizado sólo ha sido un ir hacia peor. Pues además de esta visión, para mí, economista, el tema a tratar es la escasez. Como se puede ver en el vídeo, el conflicto empieza cuando tienen una botella y todos la quieren usar, nace un problema de índole económico. Hasta ahora no tenían problema, puesto que podían satisfacer todas sus necesidades con su entorno es, no había ningún bien escaso. En tal situación los economistas seríamos algo tan inservible como una cerilla en el infierno, puesto que nuestro valor nace en el momento en que algo es escaso, como individuos tenemos que elegir entre una serie de bienes y servicios que no son ilimitados y en esa elección es donde entramos los economistas, en la forma en que se distribuyen esos bienes. Recuerdo un profesor que decía algo así como que si las elecciones fuesen entre tomar 100 mariscadas o 100 viajes al caribe, tampoco habría economía ni economistas, así que el problema es la escasez.

Un economista no estudia el aire, cuanto aire respiramos, y quien lo respira, ni de qué manera ya que entendemos que el aire es algo ilimitado que tenemos. Siendo estricto, ya empieza a haber debate, ya que al ser algo considerado de todos y libre se ha contaminado, reduciendo así su calidad, hasta llegar a conceder derechos de emisión, que no es más que un derecho sobre el aire, algo impensable 50 años atrás; pero por simplificar tomaremos la concepción clásica del aire, que además será la que todos tengamos más asumida. Pues bien, el caso de los protagonistas del incidente de la botella es eso, que para ellos, todo lo que necesitaban era como para nosotros el aire, algo ilimitado, que usaban y que no había disputa puesto que sobraba para todos. Llega un momento en que todos quieren poseer un bien, que además es un bien que si uno usa otro no puede usar (al contrario que pasa con el aire, el que yo respire no impide que tú puedas respirar) y que el bien se puede guardar. El choque que perciben es enorme, ya que no tienen ningún concepto de la propiedad, ni de cómo gestionar algo que es escaso.

         Este choque, es lo que tuvo que ocurrir en el Neolítico. De repente, los individuos podían acumular bienes, unos bienes que serían escasos para otros, dando lugar a un intercambio. Desde este nacimiento tan lejano en el tiempo, la economía lleva siglos, milenios intentando resolver los conflictos derivados, hasta hoy, sin llegar a una solución satisfactoria para todos. Aunque lo que la sociedad asocia con economía: bancos, la bolsa, política… parezca tan alejado de esto que os cuento, es absolutamente lo mismo, son cosas que nacen de la resolución del conflicto. La economía es una ciencia donde las preguntas son siempre las mismas ¿Qué producir? ¿Cómo producirlo? ¿Para quién producir? Pero lo que ha variado a lo largo de la historia son las respuestas que se han dado. Como veis, si no existiese la escasez, sería fácil responder a las preguntas, pues todos tendríamos de todo. A su vez, el vídeo me despierta más cosas que podríamos comentar, como si ¿las necesidades existen o nos las inventamos? ¿qué es verdaderamente necesario para subsistir? Y muchas más, pero eso lo dejaremos para próximos episodios, o mejor aún, a ver si surgen de vuestros comentarios.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La Unión Europea


Algo que va camino de convertirse en la gran mentira jamás contada. Como paso previo antes de ponerme a argumentar, un par de apreciaciones: soy partidario de la idea de la Unión Europea, no estoy de acuerdo con algunos de sus preceptos, pero concuerdo con la idea general (una idea más cercana de lo que pienso de Europa está en este libro de Argimiro Rojo Salgado, del que tuve el placer de ser alumno, (1996) El modelo federalista de integración europea: la Europa de los Estados y de las Regiones. Dykinson. Madrid. 160 páginas). Además de la división territorial, Europa tiene que ser social o no será, es decir, tenemos que volver a la Europa que hablaba de los fondos de cohesión o desarrollo regional (aunque haya que corregir errores) y no de la Europa del “austericidio”.

Bien, porque digo que va camino de convertirse en una gran mentira, en el mayor fracaso del siglo XXI, pues partamos de la noticia que tenemos hoy: La economía de la zona euro entra en la recesión más larga de su historia. Nos han vendido durante los últimos meses a los países de la llamada periferia europea que si ajustamos nuestra economía interior con recortes, mejorando la competitividad, saldremos de la crisis vía comercio exterior, pero… estamos dentro de un mercado común, en el que se ha primado el comercio entre los socios europeos antes que con el resto del mundo, por tanto dentro de la Unión Europea un país tiene como principales compradores de sus productos otros países de la Unión, si estos están cayendo en un recesión y reduciendo también su consumo ¿cómo nos van a comprar más?

En las bases de la Unión está la generación de un comercio entre los países miembros por encima de con el resto del mundo, existiendo barreras arancelarias y a la entrada de productos de fuera de la Unión que podrían ser más baratos, que producidos en la Unión, pero como un país europeo ya vende ese producto, pues se le compra a él primero. Este precepto va en contra de lo que los economistas estudiamos en Comercio Internacional, dónde se concluye a través de la Teoría de la Ventaja Comparativa desarrollada por el economista David Ricardo, que con el mercado libre y la especialización en el producto que comparativamente un país es más productivo, el bienestar de los dos países mejora. Sin embargo, la idea de Europa superó esto y se dio prioridad a la creación del mercado interior europeo. Pues bien, eso funcionó en años de bonanza, pero si ahora, los países que más dificultades tienen no pueden vender sus productos a los demás países europeos, porque están premiando políticas de ajuste frente a las de crecimiento, Europa estará abocada al fracaso.

Los países que están comprando ahora en el mercado mundial son EE.UU., China y los países latinoamericanos, zonas con las que el comercio europeo es bajo debido a la preminencia del comercio intraeuropeo como hemos visto. Pues bien, redirigir el comercio exterior hacía estas zonas terminaría con la unión, ya que países anteriormente socios, tendrían que competir para ser los vendedores de estas zonas. Por ello Europa tiene que volver a sus orígenes y volver a primar el desarrollo común, frente al de un solo estado miembro, no vale el “a mí me vale los demás que se apañen” pues así terminaríamos con los progresos de los últimos tiempos para volver a una situación más parecida al escenario de los años 30 del siglo XX, y todos sabemos cómo terminó eso.

miércoles, 24 de abril de 2013

All we need is growth


Pues sí, en ello estamos y parece que por fin los que llevamos años diciendo que la única manera de salir de esta era incentivar el crecimiento empezamos a tener repercusión, viendo que Durao Barroso, presidente de la comisión europea reconoce que la política de austeridad está fallando.
Hoy viendo el telediario nos han vendido perfectamente la idea de que todo va bien porque la prima de riesgo está en 300 puntos, pues bien, ni ahora está bien ni cuando estaba en 530 era el apocalipsis. ¿Qué es la prima de riesgo? Pues el diferencial del tipo de interés del bono alemán a diez años respecto al de otro país, en este caso España. La prima de riesgo ha bajado, ¿por qué? Entre otras: representa el miedo a una recesión que parece evidente en Alemania y además el BCE mostró su apoyo a los bonos españoles y los inversores extranjeros tienen liquidez debido que a que sus bancos centrales sí están trabajando en materia expansiva. Es decir, la prima cae porque se deteriora la componente alemana no porque mejore la componente propia al estado español. La realidad es que el gobierno ha tenido que rectificar su previsión de caída del PIB y multiplicarla por tres, lo que provocará un aumento del paro, con la consiguiente caída de recaudación de impuestos y el aumento en el gasto de prestaciones de desempleo. Esto se traduce en un agujero en el presupuesto que se cifra en torno a 10.000 millones, lo cual va a provocar que el gobierno tenga que llevar a cabo más recortes (cosa que nos ha dicho que no iba a hacer). Haciendo más recortes va a provocar una contracción en el consumo que provoca que las expectativas de crecimiento para el año que viene que tiene el gobierno se vayan a quedar en papel mojado. Esto es lo que dicen los libros de economía, mientras tanto el político Montoro sigue cuan telepredicador por las televisiones y desayunos informativos.
Convenido que lo que hace falta es crecimiento, ¿cómo lo conseguimos? Bien, pues a corto plazo las medidas para generar crecimiento son:
Una devaluación del tipo de cambio: esta decisión pertenece al BCE y en este momento está realizando una muy errada política, está permitiendo un tipo de cambio del euro sobrevaluado, colocándose en 1,30$/€
Política monetaria expansiva: también pertenece al BCE (por ello he dicho siempre que el papel clave pertenece a este organismo). Tenemos el Banco Central que influenciado por Alemania y su pavor a la hiperinflación de los años 20, menos practica la política monetaria expansiva. Mientras en Japón y la Reserva Federal Americana inundan el mercado con moneda, el Banco de Inglaterra financia el déficit público de Reino Unido, pues el BCE mantiene su política excesivamente cauta.
Política fiscal expansiva: la política fiscal sí depende del estado español, pero en lugar de fomentar el crecimiento se está llevando a cabo una política restrictiva, con recortes que solo hacen que los consumidores reduzcan su consumo y así deprimir la economía. Aún siendo política responsabilidad del gobierno, cabe tener en cuenta que viene condicionada por la presión por las instituciones europeas en el control del déficit.
Crecimiento vía exportaciones: esto significaría compensar con ventas al exterior toda la caída de la demanda interna. En el contexto actual es sumamente difícil puesto que al tener el tipo de cambio tan elevado los productos pierden competitividad en el exterior. Además los principales clientes de nuestros productos son socios europeos como Alemania, Francia o Portugal que se encuentran inmersos también en políticas de austeridad. Excluyendo de la balanza las exportaciones a Oriente Medio que vienen favorecidas por la concesión del Ave a La Meca, las exportaciones españolas están estancadas.
Este es el verdadero resumen de la situación actual, que no pinta un futuro muy prometedor mientras no se tomen medidas de carácter expansivo y la que a mí me parece clamorosa es la terquedad del BCE sobre el tipo de cambio. El tener una moneda fuerte en este caso no es síntoma de salud económica, necesitamos un tipo de cambio que haga competitivo nuestros productos hacia el exterior y quizá sea el momento de que se den cuenta, si esto es así invertir a una caída del euro podría ser una inversión muy interesante para alguien que pueda invertir unos ahorrillos que no necesite, si tiene esa suerte.

jueves, 11 de abril de 2013

Aeropuertos gallegos y… ¿eficientes?


Esta entrada surge de unos comentarios vistos en twitter a raíz de una campaña llamada a reclamar una solución para el Aeropuerto de Vigo, salvemos peinador o algo así. Para empezar tengo que decir que seguramente me caigan unos cuantos palos a la hora de escribir esto, puesto que soy de Vigo, pero tengo que ser fiel a la Economía.

En un principio la idea era contestar a algunos tuits, puesto que me llamó soberanamente la atención que algunos de los comentarios los escribían personas que conozco (y seguro que de los que no conozco también) y que han utilizado el aeropuerto de Sá Carneiro (Oporto) para viajar. No mucho menos criticar que se utilice esta opción, ya que la economía, como decía mi profesor de Micro III, es escoger la opción que más me satisface dentro de las opciones existentes y que me puedo permitir. Haber respondido a esos tuits hubiera dejado cosas en el aire, por eso hago esta pequeña reflexión, que a mi modo de ver es la pregunta correcta: ¿es eficiente la existencia del Aeropuerto de Vigo-Peinador? Y para responder quiero ir aún más allá ¿Son eficientes 3 aeropuertos en Galicia?

Galicia es una comunidad autónoma que tiene unos 2.700.000 habitantes (INE 2011) dónde la mayor parte de la población se concentra en la franja más cercana a la costa que va desde Ferrol hasta Vigo. Pues bien, en esta franja se encuentran los 3 aeropuertos gallegos.

 De norte a sur, el primero que encontramos es el Aeropuerto de Alvedro en las proximidades de A Coruña y quizá el que para mí es el caso más llamativo ¿por qué? Puesto que es un aeropuerto pequeño situado a 50 km de distancia del Aeropuerto Internacional de Santiago de Compostela (Lavacolla). Nunca he estado en él, pero por lo que tengo oído presenta las instalaciones más deficientes dentro de los 3 aeropuertos gallegos. Ahora bien, hace 50 años tal vez esos 50 km significaban un gran obstáculo que justificase la construcción de otro aeropuerto (que no lo creo) pero tengo clarísimo que a día de hoy nadie sensato construiría un aeropuerto a 50 km de otro conectado por autopista (lo que se traduce en un viaje de 30 minutos). ¿No puede dar servicio el aeropuerto de Lavacolla a la ciudad de A Coruña cuando además el tráfico de este es más bien pequeño? Yo estoy seguro de que sí y más adelante aún daré más razones. Para mí está claro, cierre de Alvedro ya, que es uno de los aeropuertos que da pérdidas dentro de la red de AENA.

Ahora nos volvemos a preguntar, ¿son eficientes dos aeropuertos en Galicia? Pues aquí tiro de gallego y digo, depende. La lógica dictaría que en este caso uno se situase cerca de A Coruña y otro cerca de Vigo, si con esta idea se hubiese diseñado el plan aeroportuario en Galicia podría ser, absorbiendo entre ambos el tráfico que tiene el Aeropuerto de Santiago de Compostela, pero por causas que ahora no vienen al caso (o sí pero me extendería mucho) al Aeropuerto de Santiago se le dio gran impulso y es el de mayor tráfico e infraestructuras, así que la lógica dicta no tocarlo. (NOTA: Lavacolla también presenta pérdidas al año 2011 pero debido a su mayor tráfico el % que representa es pequeño).

Entonces pasamos a hablar del Aeropuerto de Vigo, el que inició en mi pensamiento todo esto. Para empezar un poco de situación e información para los que no sois de aquí. Vigo se encuentra a una distancia de unos 95 km del Aeropuerto de Santiago de Compostela y a unos 150 km del Aeropuerto Sá Carneiro en Oporto. Como es sabido en la ciudad, ambos aeropuertos son muy usados por los habitantes de Vigo y alrededores por su mayor variedad de destinos y por la existencia de aerolíneas de bajo coste en estos dos aeropuertos. En cuanto a infraestructuras el aeropuerto de Vigo está mejor que el de Alvedro, siendo el tráfico de pasajeros similar a este, aunque con más del doble de tráfico de mercancías en el aeropuerto vigués.

Como veréis en esta entrada estoy obviando el claro desequilibrio que se producen en las subvenciones que reciben los aeropuertos, fácilmente comprobable el desequilibrio en favor de los aeropuertos del norte de la comunidad. Pero el objetivo de este post es ver si son eficientes sin depender de esas subvenciones que como veremos al final, podrían ser mucho mejor invertidas en mi opinión.

Aún sin estar todo lo bien comunicados que podrían estar los aeropuertos de Oporto y Santiago con Vigo, son muy utilizados por los vigueses, lo cual muestra la clara desventaja competitiva de este, ahondando además en la idea de que las distancias son menores problemas ahora que antes (idea que parece que los políticos no interiorizan y parece que usan fórmulas del siglo pasado). En este punto querría introducir un par de ejemplos:
·         El Aeropuerto de Frankfurt Hahn que utilizan las Low Cost, se encuentra a 126 Km del núcleo de población de Frankfurt.
·           El Aeropuerto de Shanghái se encuentra a 47 km de la ciudad y está conectada a ella por un tren que realiza el trayecto en 8 minutos.

Llegado a este punto es cuando me tiran huevos por la calle, ya que afirmo que el Aeropuerto de Vigo, que también da pérdidas dentro de la red AENA, debería ser cerrado. Existe una salvedad que estoy dispuesto a discutir y a escuchar ya que no dispongo de todos los datos que me gustaría, de que podría ser conveniente mantenerlo para el tráfico de mercancías, ya que la zona de Vigo es industrial y podría ser necesario, pero aun así me inclino a pensar que lo mejor es el cierre. Que terreno más “cuco” quedaría ahí para la construcción de IKEA y el famoso Porto Cabral, sin tener que talar más bosque.

Bien, en resumen, hemos cerrado dos aeropuertos y además nos ahorramos los millones en subvenciones que se están dando para competir entre ellos, ya que al haber sólo uno no son necesarias. Esto por si solo sería razón suficiente para llevarlo a cabo aunque se tradujese en una disminución del bienestar de algunos usuarios para viajar y hacer uso del aeropuerto, pero me gustaría ir más allá y asegurar que con un aeropuerto, ahorrando el dinero que hemos acordado que se ahorraría y realizando una inversión (digo una en contraposición a las subvenciones permanentes que son el modus operandi actual) podríamos tener un sistema de transportes mucho mejor para todos los usuarios. Es decir, en mi opinión existe una forma de organizar el transporte para que todos tengamos más bienestar y aun coste global menor.

Como bien pudo adivinar algún curioso lector, para mí la solución pasa por el Ave. Además es el momento ideal, puesto que la construcción de la línea se está realizando ahora, pero me da que nuestros políticos con mentalidad del siglo pasado van a dejar pasar la ocasión. Sin llegar al extremo del caso de Shanghái, que me importa a mí que mi ciudad tenga aeropuerto o no, si cogiendo un tren en el centro, tengo un medio de transporte que en 30-40 minutos me pone en la terminal de un aeropuerto internacional con múltiples conexiones y mayor oferta que si existe mi aeropuerto local. Esto era algo que hace 60 años no podían plantear, pero hoy está claro que es el futuro con los medios que disponemos. Esto además se podría ver complementado con la opción de poder facturar en la estación de tren ya en Vigo (al estilo del metro de Madrid) pasando el tiempo post facturación de viaje al aeropuerto en vez de paseando por él sin nada que hacer. Además la existencia y apuesta clara por un aeropuerto y no por tres, conseguiría hacer crecer este, con nuevas líneas, conexiones e incluso una inversión para mejorar instalaciones. Conseguiríamos así el aeropuerto mejor  dotado de todo el noroeste peninsular, siendo el más importante al norte de la línea trazada entre Oporto y Madrid y al oeste de la línea Madrid-Bilbao, conectado a todas las ciudades importantes de Galicia por tren de alta velocidad o carretera, a una distancia como máximo de una hora (para no ser excesivamente optimistas). Esto es así y lo único que hay que hacer es hacer llegar la vía del Ave al Aeropuerto de Santiago, tal vez haciendo pasar por ahí la línea Santiago-Coruña o, como esto no se ha planificado ya, construir un ramal desde la estación de tren en Santiago al aeropuerto en el que la gente se bajase del Ave y cambiase a un tren que uniese continuamente la estación con el aeropuerto. Claramente yo soy partidario de la primera opción. Esto que a mí me parece obvio, a los portugueses se lo pareció también y en el diseño de la línea Oporto-Vigo de Ave, la hacen pasar por el Aeropuerto Sá Carneiro. Si esto se llega a realizar (el proyecto quedó paralizado con la crisis y rescate de Portugal) podemos decir adiós igualmente al aeropuerto de Vigo, invirtamos lo que invirtamos en él, pudiéndose convertir en otra tumba de dinero como la famosa Ciudad de la Cultura.

                 De forma análoga a los pasajeros, la existencia de trenes que conectasen las mercancías de forma rápida y poco costosa (una vez realizada la inversión inicial los costes de transporte serían muy bajos) con un punto logístico como podría ser Guixar en Vigo solucionaría el déficit de no tener el aeropuerto en Vigo para las mercancías.

                Es una lástima, pero me temo que todo esto quedará en papel mojado por múltiples razones, una de ellas y la más estúpida es el localismo/rivalidad de A Coruña y Vigo (del que a veces soy partícipe también). Ninguno de los dos van a querer “perder” (aunque creo q está claro que no perderían) frente a la otra y las dos pelearán por conservar sus aeropuertos ineficientes. Además ya se ha perdido la oportunidad de diseñar la línea de alta velocidad teniendo en cuenta esto (y las necesarias conexiones de cercanías) y no se ha hecho. No los veo rectificando. Si alguien quiere recogerlo, esto es una llamada a los partidos políticos, les regalo la idea, promuevan un estudio (que me encantaría participar en él) que demuestre con datos esto que el sentido común afirma y preséntese a las elecciones haciendo POLÍTICA de verdad y no el tan odiado “y tú más”.

                Podría seguir hablando de todo esto pero creo que lo importante está dicho y si no lo demás me lo sacareis con comentarios. A mis lectores no gallegos les pido disculpas por escoger un tema tan local, pero seguro que sería extrapolable a otros ejemplos. 

martes, 2 de abril de 2013

El Whatsapp de un economista


En este tiempo de cientos de modos de comunicación, instantáneos muchos de ellos, la preocupación porque Whatsapp anuncie que sus cuentas pasarán a ser de pago ha generado bastante revuelo. Seguro que todos conocéis y tenéis esta app así que es inútil explicarlo, vamos al tema del dinero que es lo que aquí interesa.

Este caso me recuerda a varias lecturas hechas sobre la construcción del ferrocarril y de las líneas telefónicas del teléfono fijo tradicional ¿por qué? Pues porque en estos casos como en el de Whatsapp, la creación de una red es clave.

A diferencia del tren o el cable telefónico que tardaron mucho tiempo e inversión en construir su red, el caso de la aplicación podemos decir que fue casi instantáneo, en muy poco tiempo todo el mundo disponía de ella en su móvil y pocos eran los contactos que no poseían este nuevo invento de comunicación. Ahora cuando Whatsapp alcanza un número inmenso de usuarios quiere empezar a cobrar por su uso, es decir, se hizo casi indispensable para todo el mundo siendo gratuita y ahora quieren cobrar un precio por ella (algunos temen que ese sea un paso que también tome Google en algún momento). Cabe señalar que el precio que el precio es más que asumible para la cantidad de mensajes que te ahorras y también existen otras aplicaciones “sustitutivas” como pueden ser Line, Viber… que continúan siendo gratuitas, pero yo voy más allá y la economía nos enseña cómo mantener el mismo Whatsapp y gratuito.

Aquí es dónde radica la importancia de que exista una red. El usuario está dispuesto a pagar por una app con la que se puede comunicar con sus contactos, pero seguro que no va a pagar si sólo el 10% de los contactos. Volviendo al ejemplo del cable telefónico, era bastante absurdo tener teléfono fijo cuando no había nadie a quien llamar, por tanto su uso no se generalizó hasta que consiguió una red lo suficientemente amplia para atraer a los usuarios. Así que si cuando nos quieren cobrar el Whatsapp no aceptamos, es más que probable que con el paso del tiempo nos vuelvan a activar la cuenta, puesto que si varios contactos desaparecemos de la aplicación, nadie querrá pagarla porque no tendrá interés en ella, y así sucesivamente, así que os animo a todos a que cuando os venzan vuestras subscripciones, no paguéis nada y cuando Whatsapp se dé cuenta de que se queda sin su red de contactos (su activo más valioso) pensará en otras formas de ganar dinero (venta de emoticonos, publicidad, etc) pero tendrá que dejar el servicio básico gratuito.

Este es un caso dónde el poder del consumidor (de un consumidor informado) es muy grande frente al producto, pero no es el único, y si cuando compramos nuestra cesta de la compra fuésemos consumidores más “racionales” tendríamos mucho más poder para evitar abusos por parte de marcas y demás.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Ir por el camino equivocado


                 Hace unas semanas aparecía en la prensa la noticia de una conductora belga que recorrió 1.450 km por error de su GPS, desde Bélgica hasta Croacia. La noticia no deja de ser sorprendente y preocupante que no tuviera la capacidad de dar la vuelta en algún punto antes de alcanzar Croacia y volver camino a casa. Pues esta noticia bastante absurda tiene mucho que ver con la situación económica actual. Parece que se sigue un GPS que nos está dando las indicaciones erróneas y que no conseguimos encontrar el camino al destino. Hemos llegado ya a un punto donde hay que dar la vuelta. No es de recibo que el mismo día los ciudadanos de este país tengan que leer que la troika sugiere al gobierno que tiene que seguir con la política de recortes y austeridad, mientras que leemos también que en España hay cuatro nuevos mil millonarios respecto de año pasado, elevando la cifra a 20 (una lista de 20 enl a que no aparece Emilio Botín, para ejemplificar el nivel de estas fortunas).
                Es aquí donde encontramos los paralelismos con un GPS equivocado. Nos han impuesto una política a todas luces fracasada, que ha causado un deterioro enorme en el bienestar social, que tiene su perfecto reflejo en la cifra de 6 millones de parados de la EPA. Y en vez de dar la vuelta,  seguimos profundizando en el error, el error que hace que el 1% de la población más rica acumule más riqueza mientras los ciudadanos de a pie sufrimos las más duras consecuencias de esos recortes.
                Además de esta sensación de injusticia, las medidas propuestas son erróneas puesto que sus objetivos no se alcanzan. Profundizar en las políticas de austeridad provocará un aumento de la inestabilidad social. Una subida del IVA provocaría otra reducción del consumo que paralizaría más la actividad, provocando una menor demanda y un aumento del paro, provocando que más personas tengan dificultades para tener su vivienda o alcanzar un mínimo nivel de consumo para vivir.
                Entonces la pregunta, siendo creencia general que la política de austeridad ha fracaso ¿por qué la siguen promoviendo? ¿son completamente idiotas? Por lo menos estas eran las preguntas que hacía mi madre en alto a la televisión. La respuesta se puede hacer modificando el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”, en este caso es más “dime quién te paga y …” el tema se reduce a que por las relaciones de poder establecidas en la UE están primando los intereses de unos acreedores bancarios alemanes que quieren asegurarse el pago de sus préstamos sin importarle el estado en el que queden después los países de la periferia europea, una visión errónea y cortoplacista que obvia las ventajas que tendría el salir de  forma gradual y tener unos países periféricos fuertes para seguir consumiendo los productos alemanes. Esta es la situación y aunque se demuestra que se está tomando el camino inadecuado, parece que el único punto para dar la vuelta son las elecciones alemanas de septiembre de este año, en ese caso las elecciones se transforman en lo más parecido a una rotonda.

martes, 26 de febrero de 2013

Contradiciendo a Rajoy


Ha pasado una semana desde que presenciamos el debate del Estado de la Nación en el Congreso de los Diputados. Un debate que dentro de la perspectiva bipartidista en la que vivimos, algo que debiera cambiar, los medios han adjudicado la victoria al presidente del gobierno Mariano Rajoy. Su argumentario se ha basado en esquivar sus problemas con la corrupción y proponer medidas que ya no sirven de nada para solucionar esos problemas, mientras que en lo económico se ha basado en la estrategia de todo estaba muy mal cuando llegaron al poder y que han conseguido colocar al país en la senda del crecimiento. Para ser simplista se resume en una frase oída los días del debate: “Rajoy contento de haberse conocido”. Lo peor es que estos argumentos tan débiles le han servido para “ganar” el debate lo que muestra un nivel pobre de la política y por ende de los ciudadanos que somos los que elegimos a nuestros representantes.
Como yo he venido a hablar de economía me centro en esta parte del discurso. El presidente del gobierno sacaba pecho de una supuesta mejora de la situación económica alejando el fantasma de ese rescate europeo, nada más lejos de la realidad. Para empezar España ya ha sido rescatada, la UE puso a disposición 100.000 millones de € para sanear las entidades financieras, de los cuales se han usado 60.000 millones, de los que responden las arcas públicas en última instancia. La corriente del gobierno es que no es un rescate, porque la idea generalizada del rescate es la de Irlanda, Grecia o Portugal. El rescate de España no es así debido al tamaño de la economía española, ya que el realizar un rescate del estilo de esos países sería mucho más costoso y difícil técnicamente. Además el principal problema de la economía española se debe a la elevada deuda privada, que luego ha sido asumida como pública, por eso focalizar la ayuda al sector bancario, causante del problema, parece lógico. Por otro lado, solo han hecho falta 5 días y unos resultados de las elecciones italianas que dejan incertidumbre sobre la gobernabilidad del país, para que la sombra del rescate vuelva a sobrevolar España como refleja la subida de la prima de riesgo al cierre de ayer y a apertura de hoy.
Otro revés al optimismo de Rajoy llegó incluso antes, cuando al día siguiente de la celebración del debate, Oliver Rhen afirmó que la cifra del déficit es del 10% mientras que pocas horas antes, el presidente, al más puro estilo comercial de telefonía nos intentaba convencer de que la cifra del déficit era del 7%. Para empezar, la cifra no sería para estar celebrándolo pero basándose en el “olvido” de no contabilizar esa ayuda europea al sector bancario, el presidente olvidaba uno pocos millones de euros para maquillar la cifra.
Aún y con estas contradicciones, como hemos dicho, hay la sensación de que ganó el debate. Lo verdaderamente grave es que no se le pusiera contra las cuerdas en el debate, que estos datos que son de uso público, no fueran utilizados para desmontar ese optimismo desmesurado que tenía el discurso del presidente, el presidente de  6 millones de personas en desempleo y varios millones sin contraprestación que ven como les dicen que esto va muy bien y obviamente, no es así. Como se perdió la oportunidad de rebatirle en el debate al que estaba obligado, no contesta preguntas de la prensa y con la mayoría absoluta del parlamento asegurándole un paso fácil por la cámara, seguirá instalada está sensación de mejora hasta que la realidad nos indique de golpe que no es así, puesto que los indicios no son para ser optimistas, pero en el juego de la política suele funcionar así, patadón para adelante y ya lo solucionaremos, mentalidad que nos ha causado no pocos problemas.

jueves, 14 de febrero de 2013

La austeridad mal entendida: Alemania y España


En una entrada anterior comentaba que unos de los errores del Banco Central Europeo que ha favorecido la existencia de la crisis actual fue el mantener un tipo de interés bajo favoreciendo a el crecimiento de la economía alemana mientras que los datos de inflación de la periferia europea aconsejaban un tipo de interés más alto que enfriase la economía y que sirviese para frenar la burbuja inmobiliaria. La influencia de esta crisis alemana no se reduce únicamente a estos términos, sino que han sido las recetas que aplicó Alemania para salir de ella son las que se nos han impuesto desde la Troika para solucionar la crisis y como veremos, las mismas medidas tomadas en lugares y momentos diferentes no obtienen el mismo efecto.
Estamos hablando del principio de los años 2000 en donde como vemos en este gráfico que el crecimiento del PIB alemán cae desde el año 2000 hasta el 2004. Mientras en estos años el crecimiento de la economía alemana rondaba el 0% otros países de la eurozona gozaban de buena salud, siendo uno de los mejores ejemplos el crecimiento de España alrededor del 3% durante el mismo periodo. La explicación de este contexto es clave para ver los efectos de las medidas tomadas por Alemania por entonces y que están exportando a las economías con problemas en la crisis actual.
Alemania apostó por una política de austeridad, que sobra explicar en qué consiste. Esta política obtuvo unos éxitos notables en algunos campos y también genera problemas (los minijobs y otras sombras de la economía alemana que ya han trascendido) pero a nivel general se puede calificar las medidas positivamente. Sin embargo el intento de que estas medidas tengan el mismo efecto a día de hoy es una quimera. Alemania desarrolló su plan de reformas en un momento de bonanza de los demás estados europeos, que son sus principales socios comerciales, que permitió a Alemania salir vía exportaciones y favorecida como hemos visto por la existencia de abundante liquidez de dinero tanto por el BCE como por la situación (mucho de ese dinero es el que ahora reclaman los bancos alemanes de sus inversiones en Grecia o España). Sin embargo a día de hoy la situación es distinta, países como España tienen más difícil salir de la situación puesto que la crisis es a nivel mundial y afecta a nuestros socios comerciales. Poco importa que seamos los mejores fabricando coches y que los exportemos, si en los países donde se venden estos coches no existen demanda para comprarlos, esto sí que existía en los años de crisis alemana, el consumo en el exterior era muy alto y había un mercado para sus exportaciones.
Como hemos visto el contexto es claramente distinto en sólo 10 años de diferencia y las medidas que sirvieron entonces se muestran ineficaces ahora. Además esto se ve empeorado por la sensación de que precisamente Alemania es la que ahora podría tomar medidas expansivas, ya que era la que partía de una mejor situación de deuda, pero se resiste a tomarlas. Al menos de momento, parece que esta situación tendrá que cambiar ya que se están dando cuenta a las duras ya que como regalo de San Valentín Eurostat publica que el retroceso de la economía alemana en el último trimestre del 2012 es del 0,6% ya que como muchos apuntábamos hace tiempo, Alemania debe tomar medidas expansivas que favorezcan la recuperación de la Eurozona y así se vería ella beneficiada, porque es imposible que Alemania mantenga unas tasas de crecimiento positivas y constantes en un contexto de depresión europea.
Esperemos que estos toques de atención sirvan para relajar las medidas de austeridad impuestas y entremos en otro periodo más expansivo que sirva para entrar en la senda de la recuperación. Otro dato para ser un poco optimistas con el cambio es que en este año, concretamente el 22 de septiembre hay elecciones en Alemania y este puede ser un momento clave para el futuro de Alemania y de Europa, quizá estaría bien que votásemos todos, aunque viendo lo que votamos a veces…

lunes, 11 de febrero de 2013

Bienvenido Mr. Draghi

Mañana martes 12 de febrero comparece Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo en el Congreso de los Diputados.  Esta comparecencia se enmarca en medio de la crisis de la deuda europea y más concretamente de la deuda española. El presidente del BCE viene a explicar sus medidas de los últimos meses y la actuación del BCE para solucionar el problema y asegurar la viabilidad del euro. Aunque es un buen gesto su comparecencia ya que es voluntaria (solicitada por el grupo socialista pero no está obligado), el hecho de que se vaya a hacer sin actas, taquígrafos y grabaciones en el lugar en el que reside la soberanía popular, pone en duda su utilidad y legitimidad. Esta es una entrada que tiene como objetivo poner en antecedentes la comparecencia de Draghi, analizando posteriormente en otras, lo que trascienda de ella, aunque para rebajar expectativas Draghi ha afirmado que viene a escuchar.
Empecemos con un poco de historia. Mario Draghi es un economista italiano cuya carrera comprende entre otras, ser gobernador del Banco de Italia en el periodo 2006-2009, también en la ejecutiva del Banco Mundial y pertenecer a Goldman Sachs, el cuarto banco de inversión del mundo. Desde el 1 de noviembre de 2011 es presidente del Banco Central Europeo, la máxima autoridad encargada de la política monetaria de los 17 estados miembros de la Eurozona. El objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios en la zona euro, es decir, mantener la inflación en niveles bajos (se eligió alrededor del 2%). El principal instrumento utilizado para el control de la inflación es la fijación del tipo de interés. El objetivo de la estabilidad de precios lo comparte con otros bancos centrales, pero además, algunos como la Reserva Federal de EE.UU. tienen entre sus objetivos principales mantener un crecimiento estable de la economía. El que los tratados europeos no hayan incluido este objetivo en el BCE es una de las posibles explicaciones de lo que, a mi entender, han sido una serie de medidas erróneas por parte del BCE.
Draghi llegó al puesto en 2011 sucediendo a Jean-Claude Trichet. Se esperaba con optimismo el cambio de presidente debido al inmovilismo al que se acusaba a su predecesor, que tardó en actuar contra la crisis y rebajar los tipos. Los errores de Trichet fueron tanto de lentitud como diagnóstico de la crisis, ya que erró estrepitosamente al subir los tipos de interés en julio de 2008 y abril de 2011. Aquí tenemos una muestra de la influencia de no incluir el objetivo del crecimiento económico en el BCE, ya que estas subidas se dieron por miedos a tensiones inflacionistas, cuando en realidad para fomentar la actividad económica y disminuir los efectos de la crisis, se aconsejaban medidas en sentido contrario. El otro error grave del BCE viene aún de más atrás. Este consistió en que durante el periodo de bonanza general, el BCE mantuvo un tipo de interés bajo, a niveles que fomentaba el crecimiento de economías como Francia y Alemania (más en el caso de ésta que sufrió una crisis, aunque ahora parezcan la perfección) pero descuidaba a las economías del sur, cuyos índices de inflación indicaban la necesidad de subir el tipo de interés y haber detenido así la consiguiente burbuja inmobiliaria. Este error se debe principalmente a las relaciones de poder de la UE, en dónde, el peso de Alemania es muy fuerte y puede desequilibrar la balanza a la hora de tomar decisiones.
Pues bien, la llegada de Draghi fue lo que se esperaba y se tradujo en una intervención más decidida para atajar la crisis. El tipo de interés bajó del 1,5% cuando llegó al 0,75% de la actualidad. Además de esto, se ha tenido que enfrentar en 2012 a todas las dudas generadas sobre el euro y su posible desaparición en 2012. Ya entrados en 2013 esta situación parece aliviada tras asegurar Draghi que haría todo lo necesario para asegurar la viabilidad del euro, afirmando que intervendría en los mercados para relajar las tensiones sobre la deuda de países amenazados como pueden ser Italia y España. Esta determinación ha relajado a los mercados, al menos de momento, y ha alejado la posibilidad de la desaparición del euro.
A pesar de todo esto, existen también cosas a cambiar o mejorar. Expertos afirman que la bajada de tipos de interés puede ser mayor, por ejemplo, el tipo de interés fijado por la Reserva Federal americana es de 0,25% y el el del Banco de Inglaterra es 0,50%. Además no se ha conseguido el objetivo de reactivar el crédito y es aquí en las medidas con los bancos dónde creo que Draghi ha cometido sus mayores errores. Estando de acuerdo también en la bajada de tipos mayor, en el haber principal de su mandato está no conseguir que el dinero que se ha inyectado a las entidades financieras haya recaído en los consumidores finales y en las empresas, activando así el crédito y la actividad económica. Es más, gran parte de las inyecciones de liquidez del BCE han sido utilizados por los bancos para depositarse en el propio BCE o comprar deuda pública de los estados, realizando así un "negocio redondo" como explicaba en esta anterior entrada de mi blog. En esta línea el BCE debiera tomar una medida en dos sentidos que obligara a las entidades financieras a hacer llegar esa liquidez a la economía productiva y a su vez asegurar la financiación de los estados. Esta segunda parte es la más complicada de llevar a cabo ya que tiene la fuerte oposición de la ortodoxia económica y Alemania, que debido a acontecimientos de su historia como la hiperinflación de los años 20, no quiere ni oír hablar de una financiación a través de los bancos centrales, si no que los estados deben de acudir a los mercados a endeudarse.
Pues bien, en este contexto es en el que se presenta la comparecencia de mañana de Mario Draghi, una comparecencia en la que echo de menos una mayor transparencia y el que pudiera ser retransmitida,  además sospecho que a posteriori echaremos de menos la asunción de medidas concretas para mejorar la situación como las que se han apuntado aquí.

viernes, 8 de febrero de 2013

La medida del desempleo


En medio de las declaraciones del presidente de la CEOE Joan Rosell, en las que afirma “el paro que vale es el que está registrado, no la EPA” , me gustaría aprovechar para explicar estos conceptos, sobre los que también me han preguntado algunos amigos y seguro que gente que escuche la noticia no tiene claro de que habla.
Al contrario con otras veces empiezo con la valoración personal, no estoy para nada de acuerdo como economista en la afirmación, puesto que teóricamente estamos convencidos de que la cifra más válida (obviamente ninguna es 100% correcta) es la que nos ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA), es por esto por lo que la oficina europea de estadística EUROSTAT armonizó los criterios de esta encuesta para utilizarla como medida del desempleo en Europa y para realizar comparaciones. Es más, la EPA es una encuesta que permite trabajar mucho mejor sobre el desempleo, puesto que ofrece multitud de variables que la simple cifra del paro registrado no ofrece.
Brevemente para que tengáis una idea (para ampliar click en los links) la EPA es una encuesta/investigación dirigida a los hogares (en España unos 60.000 hogares representativos) en la que se entrevista para averiguar la proporción de la población ocupada, parada o inactiva. Aunque este es su objetivo principal tiene multitud de preguntas que sirve para la construcción de indicadores más concretos para diferentes estratos.
El paro registrado es una recopilación de demandantes de empleo llevada a cabo por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que contabiliza el número de personas que se anota en las oficinas del INEM como demandantes de empleo. Puede ser que existan personas paradas que no se hayan inscrito en el registro de demandantes de empleo.
Siendo así, cualquiera de los dos métodos aceptan críticas puesto que como el fenómeno que intenta medir es complejo, la forma de medirla no es exacta. Lo que no se puede hacer señor Rosell, es decir por propia cuenta y riesgo, que no se cree una cifra realizada con rigor estadístico y armonizada dentro del marco europeo. Algunas de las críticas a la EPA os la comento brevemente a continuación, que es lo que podría haber debatido el señor Rosell. Por cierto, algunas de ellas daría una cifra de la EPA todavía mayor así que la diferencia con el paro registrado podría ser mayor.
-          La EPA considera a todos los trabajadores a tiempo parcial como personas ocupadas, cuando en realidad algunas desean trabajar a tiempo completo y podrían estar realmente subocupadas.
-          Para que una persona se considere parada, debe estar buscando activamente empleo. Hay estudios que muestran que muchas personas buscan trabajo infructuosamente se desaniman y abandonan la búsqueda activa.
-          Por otro lado los datos no miden los subempleados, o el fenómeno que se produce cuando una persona con una determinada cualificación está trabajando en un puesto que podría ocupar una cualificación anterior.
Aún con esto, la crítica que puede justificar algo de las declaraciones del presidente de los empresarios se basa en que algunos de los encuestados den una información falsa que eleve el número de personas buscando trabajo. Esto es algo que subyace a cualquier encuesta y se han puesto en relieve y se ha estudiado, es un error asumido y que incluso puede ser medible y estimable, pero que para nada elimina el importante valor que tiene la EPA a la hora de medir el fenómeno del desempleo. Desempleo que representa el principal problema de este país, cogiendo la cifra que el señor Rosell desee.

Fuente: Economía Laboral (Ed. McGraw Hill, 2007)

martes, 5 de febrero de 2013

Wert y la “Ley de la oferta y la demanda”


Se está convirtiendo en una rutina muy desagradable, el levantarse por la mañana, consultar twitter e indignarse con el mundo. Hoy ese dudoso honor lo ostenta (no por primera vez) nuestro querido Ministro de Educación José Ignacio Wert con sus crecientes declaraciones dirigidas a los universitarios, donde recomienda centrar la elección de estudios en la empleabilidad, dejando a un lado aspectos más vocacionales. Sin entrar a valorar frustraciones provocadas por estar metido en una profesión que no te apasione y demás consideraciones en las que todos habéis pensado, quiero ir como siempre a algo más económico.
Varias veces me he enfrentado (en alguna entrevista de trabajo) a la pregunta ¿por qué has estudiado economía? Pues mi respuesta (que a lo mejor no es la que doy en la entrevista, y tampoco tiene mucho que ver con lo que dice Wert), es que la economía sirve para comprender el mundo, es una ciencia social que estudia el comportamiento humano y una vez sabes de esto entiendes mejor algunos comportamientos de los individuos, no tanto el de la totalidad,puesto que como dijo José Carlos Diez en el vídeo que colgué hace unos días,nos equivocamos más cuando pasamos de la individualidad al grupo, al intentar modelizar. Pues bien, las declaraciones de Wert se encuadran en una lista de varias actuaciones que van encaminadas a hacer la universidad algo mucho menos accesible a la totalidad de la población. Estas medidas se disfrazan en concepto de recortes y demás pero sospecho de algo más “maquiavélico”. He aquí la economía.
                Estoy seguro que todos conocéis en que consiste la ley de la oferta y la demanda, es un concepto muy utilizado y conocido, si no es así en el link tenéis la definición. Este concepto nos sirve para explicar algo que ya le oí a un profesor de filosofía de mi instituto: “la gente que os diga que ir a la universidad no es importante, que hay otras opciones, suele ser la que envía a sus hijos a la universidad.” Cogiendo esta afirmación y la ley de oferta y demanda explicamos. Obviamente cuando uno está en posesión de un título universitario (o padre que le va a costear uno a sus hijos) lo que más le interesa individualmente es que el menor número de personas tengan ese título (oferta de titulados), puesto que su cotización subiría al ser un “bien” escaso y se traduciría en un salario más alto. Yo creo que esta visión particular y egoísta de la sociedad, es la que prevalece dentro de las medidas y declaraciones realizadas desde que este señor es ministro.
                Por otro lado, estos argumentos ya están rebatidos desde multitud de estudios, que muestran que como individuos también nos interesa que el número de personas con formación aumente, más allá que por términos de equidad social (que ya justificarían por si sola el facilitar el acceso a la educación), estos estudios concluyen que la existencia de una sociedad más formada, aumenta y mejora su tejido productivo, aumenta las oportunidades de todos los individuos de progresar y verse beneficiados del progreso, dando la razón a la afirmación atribuida a Kennedy de que “Una marea creciente levanta a todos los barcos”. Si esto es así, ¿dónde reside la justificación a estas medidas? Es simple. Si ya pertenezco a una élite formada, si facilito la democratización de la universidad, es posible que gente que pertenece a mi élite, o mis descendientes queden en un futuro fuera de los beneficios que he tenido por ser un bien escaso, así que intentando perpetuar la situación, aseguro la existencia de mi “élite”.
Para terminar, me gustaría hacer un recordatorio de la entrada anterior que ha adquirido aún mayor significado con la caída de la bolsa y aumento de la prima de riesgo de ayer.