martes, 2 de abril de 2013

El Whatsapp de un economista


En este tiempo de cientos de modos de comunicación, instantáneos muchos de ellos, la preocupación porque Whatsapp anuncie que sus cuentas pasarán a ser de pago ha generado bastante revuelo. Seguro que todos conocéis y tenéis esta app así que es inútil explicarlo, vamos al tema del dinero que es lo que aquí interesa.

Este caso me recuerda a varias lecturas hechas sobre la construcción del ferrocarril y de las líneas telefónicas del teléfono fijo tradicional ¿por qué? Pues porque en estos casos como en el de Whatsapp, la creación de una red es clave.

A diferencia del tren o el cable telefónico que tardaron mucho tiempo e inversión en construir su red, el caso de la aplicación podemos decir que fue casi instantáneo, en muy poco tiempo todo el mundo disponía de ella en su móvil y pocos eran los contactos que no poseían este nuevo invento de comunicación. Ahora cuando Whatsapp alcanza un número inmenso de usuarios quiere empezar a cobrar por su uso, es decir, se hizo casi indispensable para todo el mundo siendo gratuita y ahora quieren cobrar un precio por ella (algunos temen que ese sea un paso que también tome Google en algún momento). Cabe señalar que el precio que el precio es más que asumible para la cantidad de mensajes que te ahorras y también existen otras aplicaciones “sustitutivas” como pueden ser Line, Viber… que continúan siendo gratuitas, pero yo voy más allá y la economía nos enseña cómo mantener el mismo Whatsapp y gratuito.

Aquí es dónde radica la importancia de que exista una red. El usuario está dispuesto a pagar por una app con la que se puede comunicar con sus contactos, pero seguro que no va a pagar si sólo el 10% de los contactos. Volviendo al ejemplo del cable telefónico, era bastante absurdo tener teléfono fijo cuando no había nadie a quien llamar, por tanto su uso no se generalizó hasta que consiguió una red lo suficientemente amplia para atraer a los usuarios. Así que si cuando nos quieren cobrar el Whatsapp no aceptamos, es más que probable que con el paso del tiempo nos vuelvan a activar la cuenta, puesto que si varios contactos desaparecemos de la aplicación, nadie querrá pagarla porque no tendrá interés en ella, y así sucesivamente, así que os animo a todos a que cuando os venzan vuestras subscripciones, no paguéis nada y cuando Whatsapp se dé cuenta de que se queda sin su red de contactos (su activo más valioso) pensará en otras formas de ganar dinero (venta de emoticonos, publicidad, etc) pero tendrá que dejar el servicio básico gratuito.

Este es un caso dónde el poder del consumidor (de un consumidor informado) es muy grande frente al producto, pero no es el único, y si cuando compramos nuestra cesta de la compra fuésemos consumidores más “racionales” tendríamos mucho más poder para evitar abusos por parte de marcas y demás.

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