sábado, 31 de diciembre de 2011

Despidiendo 2011, saludos 2012

         Para cerrar este primer año de mi blog quiero escribir un pequeño post que nada tiene que ver con los demás. Esta entrada es para daros las gracias a todos aquellos que habéis dedicado unos minutos a leer mis pensamientos e ideas. Seguro que a veces me he puesto pesado y hay amigos cercanos que me conocen, a los que ya muchas veces había amargado el día teorizando sobre estas cosas. Mi blog es la forma de sacar de mi algunas cosas, una válvula de escape, por tanto gracias por leerme y que no quede ahí para nada. Si os he hecho pensar un poco en estos temas me doy por satisfecho.

Al nuevo año un par de cosas. Me gustaría que se comentaran más las entradas, seguro que alguna os ha dado ganas de decir algo. Procuraré mejorar, escribir de forma más amena pero sí, seguiré de pesado con la economía. Se aceptan todo tipo de sugerencias para hacerlo mejor.

De nuevo gracias a todos y os deseo un año nuevo lleno de buenas noticias, que todo lo que pase mejore a este 2011 (Deus vaia con el).

jueves, 22 de diciembre de 2011

La lotería de navidad


O como implantar un impuesto regresivo con la aprobación del pueblo. Pues sí la Lotería de Navidad o cualquier otro juego de los controlados por el estado: primitiva, bonoloto, quiniela… no son más que un instrumento recaudador muy efectivo para los estados.

Hoy la mitad del país está atenta al salón donde unos niños cantan números y premios, mientras observan sus décimos encima de la mesa. Al igual que otras muchas cosas, este proceso se ha vuelto ya una tradición, parece que no empieza la navidad si no hay la lotería. Lo que yo veo es que la cola de Doña Manolita ha sido más larga que la del INEM y como ha dicho Piedrahita en Twitter es algo que da mucho  que pensar. De lo que no se habla tanto, es que este año, han ampliado en 20.000 los números a la venta, sin aumentar el número de los premios, sí la cuantía de algunos de ellos para así hacer más atractiva la posibilidad de ganar, pero las probabilidades son mucho menores, por tanto este año que hay crisis, estamos tirando el dinero “más probablemente”.

Me llama mucho la atención la distribución que la gente hace del gasto en lotería. Seguramente veis a vuestro alrededor que la gente que quizá tiene menos, gasta más dinero en estos juegos, pero es que aunque se cumpliera la media de 71 euros por persona que ha salido hoy en los medios, se cumpliría el hecho de que la lotería es un impuesto regresivo (los que menos renta tienen pagan un % mayor). Seguro que si nos hicieran pagar 200 euros al año más en impuestos (suma por lo bajo de lotería de navidad y otros juegos como bonolotos o quinielas) y aún por encima se pagara lo mismo aquél que tiene una renta baja que el que tiene una renta alta (o al extremo, que para mí es lo que se da en estos casos, lo pagan los de rentas bajas y medias exclusivamente), si esto se diera habría un gran rechazo popular, pero claro como nos dicen que claro a alguien le toca, a alguien le solucionó la vida… pues ahí seguimos comprando y dándole ingresos al estado (hasta que se culmine la frustrada privatización del organismo de Loterías y Apuestas del Estado).

Ojalá tengáis suerte los que habéis comprado lotería (eso sí tenéis muchas probabilidades en contra), yo ya os digo que no me va a tocar, para mí será como dicen y repiten los medios: el día de la “salud”. Este año nadie me ha liado mientras íbamos por la calle diciendo, bueno compramos uno a medias, ¿no? así que no juego nada, sé que no me va a tocar, pero si sumamos lo que me ahorro al no comprar en 10 años, pues a lo mejor ya tengo lo que os va a tocar a vosotros en una pedrea.

martes, 20 de diciembre de 2011

Más Salvados

Como no todo es economía, voy a aprovechar para hablar de uno de mis programas de televisión favoritos: Salvados. Ya hace tiempo que lo recomiendo como uno de los mejores programas para mí y además el capítulo de esta semana me da pie a comentarlo aquí. Así que os he engañado, al final si hablo de economía.

El programa se llama Miedocracia, en referencia a la idea de que con la crisis nos están inoculando un miedo para renunciar a derechos o buenas condiciones de calidad de vida, etc. Es un punto de vista muy interesante y podréis ver cómo actúa la gente a la que le preguntan a que renunciaría por mantener su trabajo. Para mí las intervenciones más interesantes (todo el programa lo es) son las de Josef Ajram y las de Josep Borrel. En la de Josef Ajram (estoy esperando que me llegue su libro) me parece muy interesante su visita a la lonja, la explicación de cómo se especula, el ver que lo que nos dicen de que no existe crédito es una mentira y en realidad lo que apunta como solución es lo más interesante: Explica como los fondos capital-riesgo apuestan contra un país (a veces con fundamento otras no) y hacen que la situación del país empeore, consiguiendo deuda a un interés más alto del que sería el real y que la solución pasa por la política (en el fondo los ciudadanos que elegimos a los políticos) ya que consistiría en a nivel político europeo obligar a que esa valoración de los bonos fuera la real metiendo mano en esos fondos que atacan de manera especulativa y olvidarse de recortes, etc.

Un ejemplo de esos ataques especulativos es la evolución del tipo de interés de los bonos españoles. En noviembre la deuda se colocaba a un 5% de interés, mientras ahora se coloca a un 3%. ¿Quién ha ganado? Pues el que tiene una deuda de un riesgo real 3 pero que el estado correspondiente se la va a pagar a 5, debido a los ataques especulativos.

El que la solución sea política entronca con la otra parte del programa que más me interesó, que es la de Josep Borrell. En esta parte apunta a que la clase política se ha acomplejado ante la financiera y expone muy claramente como en un momento se envió dinero a las entidades financieras (causantes) y ahora estas entidades no financian la recuperación. En realidad los gobiernos podrían nacionalizar entidades y al nacionalizarlas usarlas de canalización para dar crédito a la economía real, pero la nacionalización de algunas se ha basado solo en inyectar dinero y no se ha actuado profundamente.

Todo el programa es muy interesante y explicativo (aunque no esté de acuerdo con todo, sobre todo con Leopoldo Abadía, uno de los más beneficiados con la crisis, no?), por tanto os recomiendo verlo, si os lo cuento todo hago una entrada de 200 páginas.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Olivier Blanchard, tú molas tío

Bueno, hoy publico una entrada antes de lo habitual. No todos los días uno abre el periódico y encuentra unas declaraciones del economista jefe del FMI que respaldan la idea desarrollada en varias de mis entradas, concretamente en la de ayer mismo (no sabía nada de las declaraciones cuando escribía ayer). Permitidme un poco de vanidad.

En concreto la parte de la noticia que más me ha gustado ver es: la situación española no es por un caso de "irresponsabilidad fiscal", si no principalmente por el colapso de su mercado inmobiliario. "Todo el mundo está de acuerdo en que debe haber ajuste, pero no hay que ir muy rápido". Todo lo que decía que no estaba de acuerdo con la idea de que el problema era de deuda se ve aquí reflejado. Además también respalda la idea de que el ajuste no debe ser drástico, de que demasiados recortes pueden condenarnos a perder el crecimiento económico a medio plazo, que es lo que nos sacará de esta situación, generando empleo y mayor recaudación de impuestos y cotizaciones sociales.

Otra idea que refleja la noticia y que he expresado aquí en anteriores ocasiones es que el Banco Central Europeo tiene que afirmar de una vez su intención de actuar si fuese necesario y de forma profunda, ya que es el instrumento que Europa necesita para lidiar con la situación. Aunque esta idea parece clara, la reticencia de Alemania y su gobierno (como en el caso de los bonos europeos) están dificultando la puesta en práctica de estas medidas y nos están llevando por un camino que para otros nos parece la salida equivocada.

En realidad esta entrada no aporta nada nuevo de lo ya expuesto, pero da la oportunidad de ver que hay una persona que sabiendo mucho de esto, opina parecido a mí en esta cuestión. Llamadme lo que queráis.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Reforma laboral… si, no, depende

Viendo mis entradas anteriores seguramente que sabéis que niego la idea general de que el problema de España sea el endeudamiento público, a grandes rasgos por dos razones: el % endeudamiento respecto del PIB no está alejado de los países del entorno y además ese endeudamiento viene dado en parte por la asunción de deuda privada de empresas, banca y familias. Para mí las sospechas de lo que llaman en las noticias mercados, vienen del lado de que España está especializada en sectores como la construcción o el turismo y se duda de la capacidad de generar crecimiento económico suficiente para empezar a generar empleo y ganancias que permitan asumir el pago de la deuda.

Pues bien, ahora quiero posicionarme también en contra de otra creencia general que nos intentan vender en los medios de comunicación: para salir de esta hay que reducir salarios, incluso servicios públicos (por cierto hacer pagar por servicios que todos utilizamos o pagar más impuestos es otra forma de reducir nuestra renta disponible, por tanto mismo efecto que reducir salario). Esta idea está defendida por la idea de que durante un tiempo los salarios aumentaron más de lo que deberían y ahora toca ajustarlos. Pues bien, esto no es así. Una de las causas de esta crisis no fue que aumentaran los salarios, más bien la contraria: hubo una ausencia de crecimiento del salario real (corregido por el IPC), si hubo una subida nominal pero ésta fue absorbida por el aumento de los precios. En ausencia de este crecimiento del salario real, el aumento de la demanda de consumo necesaria para mantener el crecimiento económico que vivíamos solo podía provenir de cambios en el sistema financiero que facilitaran el endeudamiento masivo, siendo este endeudamiento uno de los causantes de la crisis. En resumen, la crisis vino dada por un consumo derivado del endeudamiento debido a que no subían los salarios y ahora tratamos de que se paguen esas deudas recortando aún más los salarios, ¿algo falla, no?

En este sentido una reforma laboral desde la perspectiva de reducir el poder adquisitivo de los trabajadores me parece otra fórmula más de caer en el doble error de no salir de la crisis actual y de poner trabas al crecimiento futuro. La reforma que sí se debe dar es aquella que fomente el empleo, ya que si trabajamos más personas aportaremos más y no serán necesarios recortes; una reforma que arregle el problema que existe entre el trabajador indefinido y el temporal en España (por cierto, para los que dicen que los costes de despido en España son altos debe fijarse en que el ajuste de español se ha hecho todo mediante despidos, así que despedir al 15% de la población no fue tan caro, ¿por qué? La mayoría eran trabajos temporales sin derecho a indemnización y que simplemente vencían sus contratos) yendo hacia un sistema de contratación más simple, que sólo tenga un régimen especial para el verdadero problema actual y el que me atañe personalmente, que es que el 50% de los jóvenes no encuentran trabajo.

El tema aun da para mucho más y me quedan ideas para exponer, pero ya aburriré en próximas entradas.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Reflexiones domingueras

Quiero empezar haciendo mención a un libro que acabo de empezar a leer. Se trata de la descripción de un economista, pero profundiza en una de las ideas de la economía actual que menos me gusta. Sin ser literal viene a decir en la introducción: se están colando todo un sistema (el orden académico, ortodoxo de la economía) de presiones más o menos explícitas o directas que empujan a los economistas a transitar, si quieren medrar económica y social e institucionamente, por las vías  del solipsismo intelectual y la especialización microscópica; presiones que, de modo efectivo, están dejando sin contenido la presunta libertad de estudio de la vida académica.
Para mí, ese texto refleja la excasez de ideas nuevas actual, bueno no tanto escasez, por que si que hay personas y de peso que difieren del pensamiento "único" actual para salir de la crisis, pero a efectos prácticos no son tomados en cuenta. Como ejemplos están economistas como Krugman, Stiglitz entre otros, ambos premios Nobel, que nos están diciendo que las decisiones que se están tomando en el contexto actual son cuando menos discutibles, incluso erróneas.
El problema viene ya de las propias universidades, donde se premia la facilidad para resolver problemas matemáticos, antes que la comprensión de los conceptos económicos, y así nos va. Podemos hacer cálculos impensables, pero no somos capaces de generar un debate con ideas para salir de la crisis. Le estamos dando el timón a los mismos que nos hundieron el barco.
Llegado a este punto, casi es mejor que los que pensamos de manera diferente, estemos equivocados por que si por casualidad Krugman o Stiglitz u otros tienen razón, en vez de salir de la crisis, estamos haciendo más grande el problema.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Viajar en Ryanair


Después de unas inmerecidas vacaciones vuelvo a retomar esto. No sé si os habéis fijado en una cosa curiosa: seguro que todos viajáis en Ryanair alguna vez ¿por qué no usan las cintas que unen las terminales con los aviones y te hacen bajar a la pista del aeropuerto haciendo cola tal vez al frio y la lluvia? Pues no sé si es paranoia mía o en realidad hay una razón económica detrás.

En realidad el hacernos incómodo el acceder al avión, es una forma de fomentar que alguien decida pagar el suplemento para embarcar con prioridad, argumentando que así no se pasa frío, no se hace cola en la escalera del avión, te sientas en los primeros asientos, etc. Está claro que para muchos el incentivo de viajar por pocos euros es mayor que pasar estas incomodidades, pero sí que creo que están deliberadamente pensadas para hacernos cambiar de opinión. Otro ejemplo es lo pesados que se ponen con las maletas: dimensiones, contenido, peso… otra vez lo que intentan es complicarnos la forma más económica para que optemos por la opción más cómoda de facturar algo de equipaje pagando el correspondiente recargo. En realidad todos hemos visto maletas que no han pasado por un libro, o que se pasaban un kilo del peso máximo. En realidad son criterios muy vagos, pero claro, si siempre hicieran la vista gorda, nadie pagaría por facturar una maleta nunca y es cuando con la suma de estas cosas donde la empresa consigue sus beneficios ya que si alguien en ese vuelo viaja por 10 euros, tiene que haber otros que estén soportando un coste mucho mayor, si no el avión no tendría queroseno para salir.

Por último, ya que hablo de esta compañía en concreto, quería resaltar su política de publicidad. A base de hacer correr noticias polémicas por internet, la compañía consigue alta repercusión mediática sin pagar por ello. Un claro ejemplo fue la noticia de: Ryanair se plantea vender billetes para viajar de pie.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¿Tarjeta Carrefour?



El supermercado es un sitio muy inspirador. Como anuncié en una entrada anterior voy a hablar un poco de las tarjetas de fidelización. Son un tema que me intriga, por un lado, desde el punto de vista “técnico” me parece una gran idea: todo el mundo se la termina haciendo, no cuesta nada y al final a lo mejor consigues algún descuento; pero por otro me tiene asustado.

Me explico. Cada vez que realizamos una compra y pasamos la tarjeta, la empresa recibe los datos de todo lo que hemos comprado, cantidades, precio, marca… esta información va asociada a nuestros datos. Para ejemplificarlo pensad en un perfil de facebook con todos vuestros datos y una lista de todas vuestras compras en los últimos 2 años. Toda esta información que como consumidor nos da igual y por tanto pasamos la tarjeta (¿gratis? pues la paso, pero si nos dan descuentos, ¿por qué no nos la cobran?) es el mayor estudio de mercado que se puede hacer. Cuando compramos algo, la empresa sabe que preferimos esa marca a ese precio respecto a todas las demás, pero además de todo esto, pueden observar la evolución a lo largo del tiempo. Si suben un precio y seguimos consumiendo ese producto con la misma frecuencia, ¿por qué bajarlo? En definitiva y añadiendo el efecto que da la escala de gente que usa estas tarjetas, le estamos dando un montón de datos a las empresas que en malas manos puede ser muy “útiles”.

Problemas técnicos aparte, la culminación de la idea sería que con una base de datos tan grande de todos los consumidores, y de ti en particular, fueran capaces de poner precios personalizados a los productos, es decir, si a mí me encanta la coca-cola (tendrán en sus datos mi consumo de litros mensuales) y no estoy dispuesto a comprar otra marca, me pondrán un precio sensiblemente más alto que a alguien que es indiferente entre coca-cola y pepsi. Y así con millones de productos y millones de consumidores. Por cierto, seguro que os pasa, ¿a que los vales descuento que salen son de productos que consumís poco o nada? Pues por ahí van los tiros.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Recorte, la palabra de moda


En todos los medios estamos viendo que la economía se ha vuelto un trabajo de parvulario, consiste en recortar, intentando ir por la línea, y nada más. Esto es totalmente falso y la idea de que así vamos a conseguir mejorar la situación es lo que va a retrasar la mejoría.

Es cierto que los mercados de deuda pública valoran favorablemente los propósitos de enmienda del déficit público, pero cuando éstos llegan al límite de sacrificar las posibilidades de generar crecimiento económico ya son tomados con recelo, por que como todo el mundo sabe, para pagar la deuda, tenemos que generar crecimiento.

En este punto es cuando cada uno debe preguntarse ¿los recortes en investigación, infraestructuras, educación, sanidad… han llegado al límite de impedir el crecimiento económico o sólo se han ceñido al gasto superfluo derivado de una época de bonanza?

Para mí, lo que estamos viendo estos días muestra, que ya se pone en duda las posibilidades de crecimiento. De hecho, la escalada de la prima de riesgo de estos días, para mí, hay que entenderla en el escenario de que los inversores ya dan por hecho el cambio de gobierno en España (bueno y toda la sociedad) y anticipándose actúan en consecuencia. Por otro lado también está a favor de esta postura, que en realidad la deuda española no es tan grande ni tan inasumible como podemos ver en comparación con nuestros vecinos europeos. La clave para mi es cambiar el foco, el verdadero problema de España no es su nivel de deuda y sí su nivel de desempleo y las posibilidades de generar crecimiento, y además de otro tipo al que hemos tenido anteriormente.

Por cierto, una última cosa: os recomiendo el programa de Economía a fondo que emite la 2 todos los sábados a eso de la 1 del mediodía. De ese debate saco muchas ideas y me parece muy interesante para los que se interesen por estos temas.

martes, 15 de noviembre de 2011

Elecciones todos los días


Cuando llegan las elecciones, siempre aparecen opiniones que dicen que la democracia no funciona, si no que sólo es un trámite a cumplir cada 4 años para dar el poder a unos pocos que dirigen el cotarro. Esta idea en realidad es muy cómoda para nosotros, los ciudadanos, ya que nos evita la responsabilidad de pensar que podemos actuar de verdad, que tenemos el poder en nuestras manos y que la culpa de la crisis económica actual (para muchos la crisis es permanente no coyuntural), la tenemos nosotros, todos, los ciudadanos. Todo esto sin exculpar a gobiernos, agencias de rating, sector inmobiliario y financiero entre otros.

No somos conscientes del poder que tenemos todos los días, más que en cualquier elección local, autonómica o general, en nuestras acciones cotidianas. En Galicia, un ejemplo muy claro es el sector lácteo. Hay una enorme sensibilidad por los ganaderos que no consiguen un precio digno por su trabajo en las granjas a la hora de vender la leche a las distribuidoras. Seguramente preguntando al 100% de los ciudadanos gallegos, un porcentaje muy alto diría que se le debería pagar más y seguramente añadirían que el gobierno debe de tomar medidas. Pues quien tiene que tomar medidas, somos nosotros, los ciudadanos, todos los días, cuando ante el pasillo del supermercado, compramos la leche a esos distribuidores que pagan tan poco en origen. Sin embargo, a sólo un metro a la derecha, tenemos otras marcas, que pertenecen a cooperativas de ganaderos o a otras empresas algo más comprometidas con el mundo ganadero. En ese mismo instante tenemos una de esas oportunidades de mostrar nuestro poder, ¿qué pasaría si el 35% de nosotros se inclinara por esos productos cooperativos o con mayor compromiso? estaríamos dando la señal más clara que podemos dar, de que valoramos ese compromiso con la leche hecha en el propio país, y con los trabajadores que se dedican a ello y le diríamos a todo el sector, que si quieren nuestro dinero a través de nuestro consumo, deben cambiar su política de empresa. Esto provocaría un vuelco mayor que cualquier regulación estatal (que además seguramente sea más costosa).

Pero, ¿Y si vamos más allá? ¿Y si es el 50% de los consumidores? ¿El 75%? El efecto sería aún mayor. Lo que queda claro es que, si en realidad no estamos de acuerdo con lo que está pasando, pues tenemos armas para cambiarlo y están a nuestro alcance, pero en este punto yo me pregunto… ¿realmente nos interesa, o sólo nos quejamos de boca? Por eso que la solución a todo esto pasa por una reflexión profunda y un cambio de actitud por cada uno de nosotros.

Este ejemplo tan simple, puede extrapolarse a otros y múltiples casos como la agricultura, ¿por qué no pagar por los productos que se cultivan respetando el medio ambiente y que dan un beneficio suficiente para vivir a sus trabajadores? ¿Por qué no mostramos que preferimos eso, a productos que vienen del otro lado del globo, días en barcos, con todo lo perjudicial que es eso para el producto y el medio ambiente por todo el CO2 emitido en su transporte?

Alguien pensará que sí, que todo esto está muy bien, pero como es más caro… Pues en este punto vuelvo a apelar a la reflexión interior, y pensar que si somos capaces de pagar más por productos fácilmente intercambiables por otros, pero que pagamos un sobreprecio por llevar añadida una imagen de marca, como es el caso de ropa deportiva, automóviles, etc. Por qué no somos capaces de pagar ese sobreprecio para que ese sobreprecio incorpore una imagen de responsabilidad para con la sociedad, y conseguir así un mundo que sea a la vez más sostenible y más justo.

Seguramente el cambio que se propone aquí, no se pueda hacer de la noche a la mañana, pero hasta el camino más largo empieza con un primer paso y en este caso nos corresponde a cada uno de nosotros dar ese pequeño paso para el hombre, pero que en conjunto puede representar un gran paso para la humanidad.

No menospreciemos el poder que podemos ejercer todos los días, con las más pequeñas acciones.