martes, 26 de febrero de 2013

Contradiciendo a Rajoy


Ha pasado una semana desde que presenciamos el debate del Estado de la Nación en el Congreso de los Diputados. Un debate que dentro de la perspectiva bipartidista en la que vivimos, algo que debiera cambiar, los medios han adjudicado la victoria al presidente del gobierno Mariano Rajoy. Su argumentario se ha basado en esquivar sus problemas con la corrupción y proponer medidas que ya no sirven de nada para solucionar esos problemas, mientras que en lo económico se ha basado en la estrategia de todo estaba muy mal cuando llegaron al poder y que han conseguido colocar al país en la senda del crecimiento. Para ser simplista se resume en una frase oída los días del debate: “Rajoy contento de haberse conocido”. Lo peor es que estos argumentos tan débiles le han servido para “ganar” el debate lo que muestra un nivel pobre de la política y por ende de los ciudadanos que somos los que elegimos a nuestros representantes.
Como yo he venido a hablar de economía me centro en esta parte del discurso. El presidente del gobierno sacaba pecho de una supuesta mejora de la situación económica alejando el fantasma de ese rescate europeo, nada más lejos de la realidad. Para empezar España ya ha sido rescatada, la UE puso a disposición 100.000 millones de € para sanear las entidades financieras, de los cuales se han usado 60.000 millones, de los que responden las arcas públicas en última instancia. La corriente del gobierno es que no es un rescate, porque la idea generalizada del rescate es la de Irlanda, Grecia o Portugal. El rescate de España no es así debido al tamaño de la economía española, ya que el realizar un rescate del estilo de esos países sería mucho más costoso y difícil técnicamente. Además el principal problema de la economía española se debe a la elevada deuda privada, que luego ha sido asumida como pública, por eso focalizar la ayuda al sector bancario, causante del problema, parece lógico. Por otro lado, solo han hecho falta 5 días y unos resultados de las elecciones italianas que dejan incertidumbre sobre la gobernabilidad del país, para que la sombra del rescate vuelva a sobrevolar España como refleja la subida de la prima de riesgo al cierre de ayer y a apertura de hoy.
Otro revés al optimismo de Rajoy llegó incluso antes, cuando al día siguiente de la celebración del debate, Oliver Rhen afirmó que la cifra del déficit es del 10% mientras que pocas horas antes, el presidente, al más puro estilo comercial de telefonía nos intentaba convencer de que la cifra del déficit era del 7%. Para empezar, la cifra no sería para estar celebrándolo pero basándose en el “olvido” de no contabilizar esa ayuda europea al sector bancario, el presidente olvidaba uno pocos millones de euros para maquillar la cifra.
Aún y con estas contradicciones, como hemos dicho, hay la sensación de que ganó el debate. Lo verdaderamente grave es que no se le pusiera contra las cuerdas en el debate, que estos datos que son de uso público, no fueran utilizados para desmontar ese optimismo desmesurado que tenía el discurso del presidente, el presidente de  6 millones de personas en desempleo y varios millones sin contraprestación que ven como les dicen que esto va muy bien y obviamente, no es así. Como se perdió la oportunidad de rebatirle en el debate al que estaba obligado, no contesta preguntas de la prensa y con la mayoría absoluta del parlamento asegurándole un paso fácil por la cámara, seguirá instalada está sensación de mejora hasta que la realidad nos indique de golpe que no es así, puesto que los indicios no son para ser optimistas, pero en el juego de la política suele funcionar así, patadón para adelante y ya lo solucionaremos, mentalidad que nos ha causado no pocos problemas.

jueves, 14 de febrero de 2013

La austeridad mal entendida: Alemania y España


En una entrada anterior comentaba que unos de los errores del Banco Central Europeo que ha favorecido la existencia de la crisis actual fue el mantener un tipo de interés bajo favoreciendo a el crecimiento de la economía alemana mientras que los datos de inflación de la periferia europea aconsejaban un tipo de interés más alto que enfriase la economía y que sirviese para frenar la burbuja inmobiliaria. La influencia de esta crisis alemana no se reduce únicamente a estos términos, sino que han sido las recetas que aplicó Alemania para salir de ella son las que se nos han impuesto desde la Troika para solucionar la crisis y como veremos, las mismas medidas tomadas en lugares y momentos diferentes no obtienen el mismo efecto.
Estamos hablando del principio de los años 2000 en donde como vemos en este gráfico que el crecimiento del PIB alemán cae desde el año 2000 hasta el 2004. Mientras en estos años el crecimiento de la economía alemana rondaba el 0% otros países de la eurozona gozaban de buena salud, siendo uno de los mejores ejemplos el crecimiento de España alrededor del 3% durante el mismo periodo. La explicación de este contexto es clave para ver los efectos de las medidas tomadas por Alemania por entonces y que están exportando a las economías con problemas en la crisis actual.
Alemania apostó por una política de austeridad, que sobra explicar en qué consiste. Esta política obtuvo unos éxitos notables en algunos campos y también genera problemas (los minijobs y otras sombras de la economía alemana que ya han trascendido) pero a nivel general se puede calificar las medidas positivamente. Sin embargo el intento de que estas medidas tengan el mismo efecto a día de hoy es una quimera. Alemania desarrolló su plan de reformas en un momento de bonanza de los demás estados europeos, que son sus principales socios comerciales, que permitió a Alemania salir vía exportaciones y favorecida como hemos visto por la existencia de abundante liquidez de dinero tanto por el BCE como por la situación (mucho de ese dinero es el que ahora reclaman los bancos alemanes de sus inversiones en Grecia o España). Sin embargo a día de hoy la situación es distinta, países como España tienen más difícil salir de la situación puesto que la crisis es a nivel mundial y afecta a nuestros socios comerciales. Poco importa que seamos los mejores fabricando coches y que los exportemos, si en los países donde se venden estos coches no existen demanda para comprarlos, esto sí que existía en los años de crisis alemana, el consumo en el exterior era muy alto y había un mercado para sus exportaciones.
Como hemos visto el contexto es claramente distinto en sólo 10 años de diferencia y las medidas que sirvieron entonces se muestran ineficaces ahora. Además esto se ve empeorado por la sensación de que precisamente Alemania es la que ahora podría tomar medidas expansivas, ya que era la que partía de una mejor situación de deuda, pero se resiste a tomarlas. Al menos de momento, parece que esta situación tendrá que cambiar ya que se están dando cuenta a las duras ya que como regalo de San Valentín Eurostat publica que el retroceso de la economía alemana en el último trimestre del 2012 es del 0,6% ya que como muchos apuntábamos hace tiempo, Alemania debe tomar medidas expansivas que favorezcan la recuperación de la Eurozona y así se vería ella beneficiada, porque es imposible que Alemania mantenga unas tasas de crecimiento positivas y constantes en un contexto de depresión europea.
Esperemos que estos toques de atención sirvan para relajar las medidas de austeridad impuestas y entremos en otro periodo más expansivo que sirva para entrar en la senda de la recuperación. Otro dato para ser un poco optimistas con el cambio es que en este año, concretamente el 22 de septiembre hay elecciones en Alemania y este puede ser un momento clave para el futuro de Alemania y de Europa, quizá estaría bien que votásemos todos, aunque viendo lo que votamos a veces…

lunes, 11 de febrero de 2013

Bienvenido Mr. Draghi

Mañana martes 12 de febrero comparece Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo en el Congreso de los Diputados.  Esta comparecencia se enmarca en medio de la crisis de la deuda europea y más concretamente de la deuda española. El presidente del BCE viene a explicar sus medidas de los últimos meses y la actuación del BCE para solucionar el problema y asegurar la viabilidad del euro. Aunque es un buen gesto su comparecencia ya que es voluntaria (solicitada por el grupo socialista pero no está obligado), el hecho de que se vaya a hacer sin actas, taquígrafos y grabaciones en el lugar en el que reside la soberanía popular, pone en duda su utilidad y legitimidad. Esta es una entrada que tiene como objetivo poner en antecedentes la comparecencia de Draghi, analizando posteriormente en otras, lo que trascienda de ella, aunque para rebajar expectativas Draghi ha afirmado que viene a escuchar.
Empecemos con un poco de historia. Mario Draghi es un economista italiano cuya carrera comprende entre otras, ser gobernador del Banco de Italia en el periodo 2006-2009, también en la ejecutiva del Banco Mundial y pertenecer a Goldman Sachs, el cuarto banco de inversión del mundo. Desde el 1 de noviembre de 2011 es presidente del Banco Central Europeo, la máxima autoridad encargada de la política monetaria de los 17 estados miembros de la Eurozona. El objetivo principal del BCE es mantener la estabilidad de precios en la zona euro, es decir, mantener la inflación en niveles bajos (se eligió alrededor del 2%). El principal instrumento utilizado para el control de la inflación es la fijación del tipo de interés. El objetivo de la estabilidad de precios lo comparte con otros bancos centrales, pero además, algunos como la Reserva Federal de EE.UU. tienen entre sus objetivos principales mantener un crecimiento estable de la economía. El que los tratados europeos no hayan incluido este objetivo en el BCE es una de las posibles explicaciones de lo que, a mi entender, han sido una serie de medidas erróneas por parte del BCE.
Draghi llegó al puesto en 2011 sucediendo a Jean-Claude Trichet. Se esperaba con optimismo el cambio de presidente debido al inmovilismo al que se acusaba a su predecesor, que tardó en actuar contra la crisis y rebajar los tipos. Los errores de Trichet fueron tanto de lentitud como diagnóstico de la crisis, ya que erró estrepitosamente al subir los tipos de interés en julio de 2008 y abril de 2011. Aquí tenemos una muestra de la influencia de no incluir el objetivo del crecimiento económico en el BCE, ya que estas subidas se dieron por miedos a tensiones inflacionistas, cuando en realidad para fomentar la actividad económica y disminuir los efectos de la crisis, se aconsejaban medidas en sentido contrario. El otro error grave del BCE viene aún de más atrás. Este consistió en que durante el periodo de bonanza general, el BCE mantuvo un tipo de interés bajo, a niveles que fomentaba el crecimiento de economías como Francia y Alemania (más en el caso de ésta que sufrió una crisis, aunque ahora parezcan la perfección) pero descuidaba a las economías del sur, cuyos índices de inflación indicaban la necesidad de subir el tipo de interés y haber detenido así la consiguiente burbuja inmobiliaria. Este error se debe principalmente a las relaciones de poder de la UE, en dónde, el peso de Alemania es muy fuerte y puede desequilibrar la balanza a la hora de tomar decisiones.
Pues bien, la llegada de Draghi fue lo que se esperaba y se tradujo en una intervención más decidida para atajar la crisis. El tipo de interés bajó del 1,5% cuando llegó al 0,75% de la actualidad. Además de esto, se ha tenido que enfrentar en 2012 a todas las dudas generadas sobre el euro y su posible desaparición en 2012. Ya entrados en 2013 esta situación parece aliviada tras asegurar Draghi que haría todo lo necesario para asegurar la viabilidad del euro, afirmando que intervendría en los mercados para relajar las tensiones sobre la deuda de países amenazados como pueden ser Italia y España. Esta determinación ha relajado a los mercados, al menos de momento, y ha alejado la posibilidad de la desaparición del euro.
A pesar de todo esto, existen también cosas a cambiar o mejorar. Expertos afirman que la bajada de tipos de interés puede ser mayor, por ejemplo, el tipo de interés fijado por la Reserva Federal americana es de 0,25% y el el del Banco de Inglaterra es 0,50%. Además no se ha conseguido el objetivo de reactivar el crédito y es aquí en las medidas con los bancos dónde creo que Draghi ha cometido sus mayores errores. Estando de acuerdo también en la bajada de tipos mayor, en el haber principal de su mandato está no conseguir que el dinero que se ha inyectado a las entidades financieras haya recaído en los consumidores finales y en las empresas, activando así el crédito y la actividad económica. Es más, gran parte de las inyecciones de liquidez del BCE han sido utilizados por los bancos para depositarse en el propio BCE o comprar deuda pública de los estados, realizando así un "negocio redondo" como explicaba en esta anterior entrada de mi blog. En esta línea el BCE debiera tomar una medida en dos sentidos que obligara a las entidades financieras a hacer llegar esa liquidez a la economía productiva y a su vez asegurar la financiación de los estados. Esta segunda parte es la más complicada de llevar a cabo ya que tiene la fuerte oposición de la ortodoxia económica y Alemania, que debido a acontecimientos de su historia como la hiperinflación de los años 20, no quiere ni oír hablar de una financiación a través de los bancos centrales, si no que los estados deben de acudir a los mercados a endeudarse.
Pues bien, en este contexto es en el que se presenta la comparecencia de mañana de Mario Draghi, una comparecencia en la que echo de menos una mayor transparencia y el que pudiera ser retransmitida,  además sospecho que a posteriori echaremos de menos la asunción de medidas concretas para mejorar la situación como las que se han apuntado aquí.

viernes, 8 de febrero de 2013

La medida del desempleo


En medio de las declaraciones del presidente de la CEOE Joan Rosell, en las que afirma “el paro que vale es el que está registrado, no la EPA” , me gustaría aprovechar para explicar estos conceptos, sobre los que también me han preguntado algunos amigos y seguro que gente que escuche la noticia no tiene claro de que habla.
Al contrario con otras veces empiezo con la valoración personal, no estoy para nada de acuerdo como economista en la afirmación, puesto que teóricamente estamos convencidos de que la cifra más válida (obviamente ninguna es 100% correcta) es la que nos ofrece la Encuesta de Población Activa (EPA), es por esto por lo que la oficina europea de estadística EUROSTAT armonizó los criterios de esta encuesta para utilizarla como medida del desempleo en Europa y para realizar comparaciones. Es más, la EPA es una encuesta que permite trabajar mucho mejor sobre el desempleo, puesto que ofrece multitud de variables que la simple cifra del paro registrado no ofrece.
Brevemente para que tengáis una idea (para ampliar click en los links) la EPA es una encuesta/investigación dirigida a los hogares (en España unos 60.000 hogares representativos) en la que se entrevista para averiguar la proporción de la población ocupada, parada o inactiva. Aunque este es su objetivo principal tiene multitud de preguntas que sirve para la construcción de indicadores más concretos para diferentes estratos.
El paro registrado es una recopilación de demandantes de empleo llevada a cabo por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que contabiliza el número de personas que se anota en las oficinas del INEM como demandantes de empleo. Puede ser que existan personas paradas que no se hayan inscrito en el registro de demandantes de empleo.
Siendo así, cualquiera de los dos métodos aceptan críticas puesto que como el fenómeno que intenta medir es complejo, la forma de medirla no es exacta. Lo que no se puede hacer señor Rosell, es decir por propia cuenta y riesgo, que no se cree una cifra realizada con rigor estadístico y armonizada dentro del marco europeo. Algunas de las críticas a la EPA os la comento brevemente a continuación, que es lo que podría haber debatido el señor Rosell. Por cierto, algunas de ellas daría una cifra de la EPA todavía mayor así que la diferencia con el paro registrado podría ser mayor.
-          La EPA considera a todos los trabajadores a tiempo parcial como personas ocupadas, cuando en realidad algunas desean trabajar a tiempo completo y podrían estar realmente subocupadas.
-          Para que una persona se considere parada, debe estar buscando activamente empleo. Hay estudios que muestran que muchas personas buscan trabajo infructuosamente se desaniman y abandonan la búsqueda activa.
-          Por otro lado los datos no miden los subempleados, o el fenómeno que se produce cuando una persona con una determinada cualificación está trabajando en un puesto que podría ocupar una cualificación anterior.
Aún con esto, la crítica que puede justificar algo de las declaraciones del presidente de los empresarios se basa en que algunos de los encuestados den una información falsa que eleve el número de personas buscando trabajo. Esto es algo que subyace a cualquier encuesta y se han puesto en relieve y se ha estudiado, es un error asumido y que incluso puede ser medible y estimable, pero que para nada elimina el importante valor que tiene la EPA a la hora de medir el fenómeno del desempleo. Desempleo que representa el principal problema de este país, cogiendo la cifra que el señor Rosell desee.

Fuente: Economía Laboral (Ed. McGraw Hill, 2007)

martes, 5 de febrero de 2013

Wert y la “Ley de la oferta y la demanda”


Se está convirtiendo en una rutina muy desagradable, el levantarse por la mañana, consultar twitter e indignarse con el mundo. Hoy ese dudoso honor lo ostenta (no por primera vez) nuestro querido Ministro de Educación José Ignacio Wert con sus crecientes declaraciones dirigidas a los universitarios, donde recomienda centrar la elección de estudios en la empleabilidad, dejando a un lado aspectos más vocacionales. Sin entrar a valorar frustraciones provocadas por estar metido en una profesión que no te apasione y demás consideraciones en las que todos habéis pensado, quiero ir como siempre a algo más económico.
Varias veces me he enfrentado (en alguna entrevista de trabajo) a la pregunta ¿por qué has estudiado economía? Pues mi respuesta (que a lo mejor no es la que doy en la entrevista, y tampoco tiene mucho que ver con lo que dice Wert), es que la economía sirve para comprender el mundo, es una ciencia social que estudia el comportamiento humano y una vez sabes de esto entiendes mejor algunos comportamientos de los individuos, no tanto el de la totalidad,puesto que como dijo José Carlos Diez en el vídeo que colgué hace unos días,nos equivocamos más cuando pasamos de la individualidad al grupo, al intentar modelizar. Pues bien, las declaraciones de Wert se encuadran en una lista de varias actuaciones que van encaminadas a hacer la universidad algo mucho menos accesible a la totalidad de la población. Estas medidas se disfrazan en concepto de recortes y demás pero sospecho de algo más “maquiavélico”. He aquí la economía.
                Estoy seguro que todos conocéis en que consiste la ley de la oferta y la demanda, es un concepto muy utilizado y conocido, si no es así en el link tenéis la definición. Este concepto nos sirve para explicar algo que ya le oí a un profesor de filosofía de mi instituto: “la gente que os diga que ir a la universidad no es importante, que hay otras opciones, suele ser la que envía a sus hijos a la universidad.” Cogiendo esta afirmación y la ley de oferta y demanda explicamos. Obviamente cuando uno está en posesión de un título universitario (o padre que le va a costear uno a sus hijos) lo que más le interesa individualmente es que el menor número de personas tengan ese título (oferta de titulados), puesto que su cotización subiría al ser un “bien” escaso y se traduciría en un salario más alto. Yo creo que esta visión particular y egoísta de la sociedad, es la que prevalece dentro de las medidas y declaraciones realizadas desde que este señor es ministro.
                Por otro lado, estos argumentos ya están rebatidos desde multitud de estudios, que muestran que como individuos también nos interesa que el número de personas con formación aumente, más allá que por términos de equidad social (que ya justificarían por si sola el facilitar el acceso a la educación), estos estudios concluyen que la existencia de una sociedad más formada, aumenta y mejora su tejido productivo, aumenta las oportunidades de todos los individuos de progresar y verse beneficiados del progreso, dando la razón a la afirmación atribuida a Kennedy de que “Una marea creciente levanta a todos los barcos”. Si esto es así, ¿dónde reside la justificación a estas medidas? Es simple. Si ya pertenezco a una élite formada, si facilito la democratización de la universidad, es posible que gente que pertenece a mi élite, o mis descendientes queden en un futuro fuera de los beneficios que he tenido por ser un bien escaso, así que intentando perpetuar la situación, aseguro la existencia de mi “élite”.
Para terminar, me gustaría hacer un recordatorio de la entrada anterior que ha adquirido aún mayor significado con la caída de la bolsa y aumento de la prima de riesgo de ayer.