O como implantar un impuesto regresivo con la aprobación del pueblo. Pues sí la Lotería de Navidad o cualquier otro juego de los controlados por el estado: primitiva, bonoloto, quiniela… no son más que un instrumento recaudador muy efectivo para los estados.
Hoy la mitad del país está atenta al salón donde unos niños cantan números y premios, mientras observan sus décimos encima de la mesa. Al igual que otras muchas cosas, este proceso se ha vuelto ya una tradición, parece que no empieza la navidad si no hay la lotería. Lo que yo veo es que la cola de Doña Manolita ha sido más larga que la del INEM y como ha dicho Piedrahita en Twitter es algo que da mucho que pensar. De lo que no se habla tanto, es que este año, han ampliado en 20.000 los números a la venta, sin aumentar el número de los premios, sí la cuantía de algunos de ellos para así hacer más atractiva la posibilidad de ganar, pero las probabilidades son mucho menores, por tanto este año que hay crisis, estamos tirando el dinero “más probablemente”.
Me llama mucho la atención la distribución que la gente hace del gasto en lotería. Seguramente veis a vuestro alrededor que la gente que quizá tiene menos, gasta más dinero en estos juegos, pero es que aunque se cumpliera la media de 71 euros por persona que ha salido hoy en los medios, se cumpliría el hecho de que la lotería es un impuesto regresivo (los que menos renta tienen pagan un % mayor). Seguro que si nos hicieran pagar 200 euros al año más en impuestos (suma por lo bajo de lotería de navidad y otros juegos como bonolotos o quinielas) y aún por encima se pagara lo mismo aquél que tiene una renta baja que el que tiene una renta alta (o al extremo, que para mí es lo que se da en estos casos, lo pagan los de rentas bajas y medias exclusivamente), si esto se diera habría un gran rechazo popular, pero claro como nos dicen que claro a alguien le toca, a alguien le solucionó la vida… pues ahí seguimos comprando y dándole ingresos al estado (hasta que se culmine la frustrada privatización del organismo de Loterías y Apuestas del Estado).
Ojalá tengáis suerte los que habéis comprado lotería (eso sí tenéis muchas probabilidades en contra), yo ya os digo que no me va a tocar, para mí será como dicen y repiten los medios: el día de la “salud”. Este año nadie me ha liado mientras íbamos por la calle diciendo, bueno compramos uno a medias, ¿no? así que no juego nada, sé que no me va a tocar, pero si sumamos lo que me ahorro al no comprar en 10 años, pues a lo mejor ya tengo lo que os va a tocar a vosotros en una pedrea.