martes, 25 de octubre de 2011

¿Economistas o meteorólogos?


Estaba buscando un tema para empezar mi blog y se ha presentado ante mí en estos días. En la última semana he oído a varias personas un comentario recurrente que creo que se debe aclarar y que puede servir de punto de partida. El comentario viene a deslegitimar las opiniones de los economistas en estos momentos por no haberlo dicho antes y evitar la crisis actual.

Bien, ese no podría ser un cometario más injusto por varias razones que me gustaría explicar. En primer lugar la economía es una ciencia social, lo que nos dice que su objeto de estudio es el comportamiento humano y para ello se utilizan modelos (en mi opinión demasiado centrados en las matemáticas y menos en el individuo actualmente). Cualquiera puede observar que esto trae consigo problemas: al modelizar siempre hay elementos muy concretos que se tienen que quedar fuera (si no tendríamos modelos muy amplios y poco manejables) y además que intenta interpretar el comportamiento humano, que muchas veces es inexplicable. Por otro lado, en esa crítica, subyace la idea de que el objeto de la economía es hacer predicciones de lo que va a pasar. Esto no es así, es verdad que se hacen predicciones, pero no es esa su razón de ser. Un médico puede aconsejarte llevar una vida saludable para evitar enfermedades, pero no te puede diagnosticar (y mucho menos curar) una enfermedad hasta que ya la tienes. Pues con la economía pasa algo similar, podemos analizar las distintas medidas de política económica y comportamiento de los mercados para dar nuestro juicio y opinar cuales son las más propicias (y como se basa en juicios de valor puede haber distintas opiniones y debate) pero es imposible predecir todos los efectos que pueda tener. Además hay que tener en cuenta que estás predicciones contienen supuestos que se dan como válidos y que tienen que ser entendidas bajo el prisma de la probabilidad, algunas predicciones tienen más probabilidad de cumplirse que otras, para ello está el análisis comparando situaciones similares, etc.

Bien, todo esto no quiero que se entienda como una forma de restar importancia a los economistas, al contrario, ¿o nos tomamos menos en serio al hombre del tiempo porque no sabe decirnos si dentro de un mes lloverá?, ¿o el médico que no nos predice la gripe del invierno? En su defensa, también hay que decir, que muchos de ellos ya habían anunciado (yo no me incluyo, porque no estoy al nivel) que algo en este sentido iba a suceder, el problema es que nadie podría concretar su dimensión. Además, a la opinión pública solo suelen llegar las opiniones económicas de gente vinculada a intereses partidistas u otros, que por tanto distorsionan la realidad, ya que si soy parte o afín a un gobierno que tiene una economía que crece al 3% quizá no interese mucho decir que hay que explotar la burbuja que nos hace llevar ese ritmo de crecimiento, ya que reducir el crecimiento económico puede restarnos votos en las siguientes elecciones.

Seguramente todo esto podría analizarse más profundamente, pero tampoco quiero aburrir. Con todo ello y para terminar decir que: solo nos acordamos del paraguas cuando llueve.

1 comentario:

  1. Este tío rara vez se equivoca. http://www.elpais.com/articulo/economia/agujero/cubo/Europa/elpepieco/20111025elpepieco_2/Tes

    P.D: suerte con el blog

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