miércoles, 6 de marzo de 2013

Ir por el camino equivocado


                 Hace unas semanas aparecía en la prensa la noticia de una conductora belga que recorrió 1.450 km por error de su GPS, desde Bélgica hasta Croacia. La noticia no deja de ser sorprendente y preocupante que no tuviera la capacidad de dar la vuelta en algún punto antes de alcanzar Croacia y volver camino a casa. Pues esta noticia bastante absurda tiene mucho que ver con la situación económica actual. Parece que se sigue un GPS que nos está dando las indicaciones erróneas y que no conseguimos encontrar el camino al destino. Hemos llegado ya a un punto donde hay que dar la vuelta. No es de recibo que el mismo día los ciudadanos de este país tengan que leer que la troika sugiere al gobierno que tiene que seguir con la política de recortes y austeridad, mientras que leemos también que en España hay cuatro nuevos mil millonarios respecto de año pasado, elevando la cifra a 20 (una lista de 20 enl a que no aparece Emilio Botín, para ejemplificar el nivel de estas fortunas).
                Es aquí donde encontramos los paralelismos con un GPS equivocado. Nos han impuesto una política a todas luces fracasada, que ha causado un deterioro enorme en el bienestar social, que tiene su perfecto reflejo en la cifra de 6 millones de parados de la EPA. Y en vez de dar la vuelta,  seguimos profundizando en el error, el error que hace que el 1% de la población más rica acumule más riqueza mientras los ciudadanos de a pie sufrimos las más duras consecuencias de esos recortes.
                Además de esta sensación de injusticia, las medidas propuestas son erróneas puesto que sus objetivos no se alcanzan. Profundizar en las políticas de austeridad provocará un aumento de la inestabilidad social. Una subida del IVA provocaría otra reducción del consumo que paralizaría más la actividad, provocando una menor demanda y un aumento del paro, provocando que más personas tengan dificultades para tener su vivienda o alcanzar un mínimo nivel de consumo para vivir.
                Entonces la pregunta, siendo creencia general que la política de austeridad ha fracaso ¿por qué la siguen promoviendo? ¿son completamente idiotas? Por lo menos estas eran las preguntas que hacía mi madre en alto a la televisión. La respuesta se puede hacer modificando el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”, en este caso es más “dime quién te paga y …” el tema se reduce a que por las relaciones de poder establecidas en la UE están primando los intereses de unos acreedores bancarios alemanes que quieren asegurarse el pago de sus préstamos sin importarle el estado en el que queden después los países de la periferia europea, una visión errónea y cortoplacista que obvia las ventajas que tendría el salir de  forma gradual y tener unos países periféricos fuertes para seguir consumiendo los productos alemanes. Esta es la situación y aunque se demuestra que se está tomando el camino inadecuado, parece que el único punto para dar la vuelta son las elecciones alemanas de septiembre de este año, en ese caso las elecciones se transforman en lo más parecido a una rotonda.