Pues curiosamente hace 6 meses
que no escribo. No por falta de ganas, si no más bien por el desánimo que me da
como economista comentar la actualidad político-económica. Es difícil dar una
buena noticia y por desgracia hoy no va a ser el caso. Aún así prometo volver
con asiduidad.
Lo que me
ha llevado a escribir ha sido escuchar la comparecencia de hoy de la ministra Fátima
Báñez, en la que venía a explicar como un logro el “freno en el ritmo de la destrucción de empleo”, una pantomima a mi modo de ver.
Independientemente
(o no) yo he acabado pensando en un concepto económico típico: los rendimientos
decrecientes a escala. A ver si me explico. Este principio consiste en que a
medida que aumenta un factor de producción (como trabajo o capital) manteniendo
los demás constantes, el aumento de la producción será cada vez menor, incluso
llegará un momento que puede que no aumente. Pensemos en una cadena de montaje
con un trabajador, al introducir otro la producción aumenta, introducimos un
tercer trabajador y la producción aumenta pero menos y así seguimos aumentando
trabajadores, hasta por ejemplo 30, y la incorporación de cada uno provoca un
aumento de producción cada vez menor. Al introducir al trabajador 31 éste no
tiene hueco en la cadena de producción por tanto no se produce un aumento de la
producción total, incluso aumentando el número podría suceder que se estorbaran
y el producto total disminuyera. Bien ahora siguiendo el ejercicio de otro
economista sugiero que penséis en una actividad como el sexo e intentéis
aplicar el concepto anterior. ¿Interesante, verdad?
Bien pues dudo mucho que la ministra
Báñez, para mí una de las peores de este gobierno, conozca este concepto. Aunque
no fuera directamente aplicable, cualquier persona racional entiende que la
destrucción de empleo se ralentiza debido a que el nivel de desempleo está ya
en el 26%, es obvio que será más fácil pasar del 10 al 15% que del 25 al 30%. Por
así decirlo, se está llegando a tocar fondo, por tanto el hundimiento es ya más
lento. Por ello, quiero decirle que en vez de engañarnos o darse palmaditas en
la espalda por un supuesto dato no tan malo, decirle que haga honor a su cargo
y se ponga a trabajar, puesto que el problema de este estado no es la deuda, o ¿acaso
no seriamos capaces de pagar mejor la deuda con un 20% de desempleo menos? ¿Cuánto
se recaudaría por cotizaciones sociales e impuestos con un nivel de desempleo
del 6%? ¿Cuánto nos ahorraríamos en prestaciones sociales? El problema de la
deuda no es el fondo, el fondo es que tenemos mucha de la producción potencial
malgastada y parada, por eso es necesario un cambio de actitud, que parece que
tendrá que partir de Europa, pero aún así en España tenemos que dar un golpe en
la mesa, puesto que el desempleo es nuestro mayor problema, y no lo es para
otros países del entorno.
El ministro
de Hacienda Cristóbal Montoro, afirmó esta semana en el congreso que le hubiera gustado que aflorase con la amnistía fiscal unos 4 puntos de PIB para recaudar impuestos. Bien señor Montoro, esos 4 puntos si no más, los tiene en la bolsa
de desempleados que asciende al 26%. Esto no quita obviamente que no se persiga
a los que no cumplen sus obligaciones fiscales. Creen empleo y cuanto antes
mejor para todos nosotros.
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