jueves, 26 de abril de 2012

Un cambio radical


Ayer, como sabréis algunos por twitter, asistí a la presentación del nuevo trabajo de una joven creativa audiovisual, “Ollo de vidro” en la que participan algunos amigos. Como siempre son las cosas cotidianas las que más me hacen reflexionar.

Es admirable que en un tiempo en que parece que todos hablamos de bancos, rescates financieros o crisis y parece que no existe nada más, unos “idealistas” dediquen su tiempo a realizar un cortometraje documental sobre temas que parece que no importan en estos días, seguro que alguien les habrá dicho: pero no veis como están las cosas, esos temas no interesan, son prescindibles en estos tiempos. Pues bien, niego totalmente esa sentencia y no por volverme loco o compartir su idealismo, si no que tenemos poderosos argumentos económicos a nuestro favor. Invirtiendo y solamente participando de esa economía especulativa y contaminante, la que nos dicen que es la economía productiva, prestando nuestros ahorros a empresas grandes, que suelen ser contaminantes o que simplemente sus intereses son los contrarios a los nuestros como consumidores, esa empresas que son las que esperamos que nos saquen de la crisis mirando todos los días la tendencia del IBEX35. ¿Qué interés tiene? ¿Cuántos somos accionistas de esas empresas? Inditex hace 20 años no existía en ese índice por ejemplo. Y eso es la idea que quiero que quede, lo viejo, lo que nos ha traído hasta aquí, no nos va a sacar le la crisis.

Las empresas y no sólo empresas que nos van a hacer salir son algo nuevo y distinto y para mi tiene que ir unido a un cambio radical en la mentalidad de los consumidores. Tenemos que usar mejor el poder que tenemos cuando decidimos consumir un producto o servicio o no el otro. En este punto recuerdo mucho mi entrada anterior llamada Elecciones todos los días. Nosotros podemos elegir si apoyamos a gente que quiere crear cultura e entretenimiento además siendo nuestros vecinos, o preferimos pagarle a bodrios extranjeros, o saliendo del mundo audiovisual ¿por qué somos capaces de pagar más por usar esta o aquella marca solo por publicidad y no somos capaces de favorecer productos ecológicos, culturales o simplemente nuevos que intentan hacer cambiar las cosas? Muchas veces, hacer acorde nuestro consumo a nuestras ideas, a lo que queremos del mundo, sería suficiente. Solo tenemos que “premiar” con nuestro gasto a las empresas que nos tienen que guiar en un futuro, empresas de energías renovables, gente que cree cultura, que nos den servicios que cubran nuestras necesidades reales  no esas que se empeñan en despertarnos, consumo ecológico, etc. Si seguimos alimentando la parte podrida que nos ha llevado a esta situación, no conseguiremos ningún cambio, nos adaptaremos durante un tiempo, saldremos de a crisis claro está, pero volveremos a tener una sociedad podrida abocada a otro fracaso futuro en el que nos tendremos que volver a preguntar que hicimos mal.

Para acabar, pedir perdón por haber usado el término “idealista” en realidad a eso no me gana nadie. Mucho ánimo y seguid con vuestro trabajo. Aquí os dejo un trabajo anterior de “Ollo de vidro”: “Camiño da memoria”.

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